Para enderezar LaLiga
La participación ofensiva del delantero está lejos de los registros de la temporada pasada Llegan rivales contra los que no ofreció su mejor cara en la primera vuelta
El Atlético tiene que resolver su situación en LaLiga en las once jornadas que restan para no tener que fiar su futuro económico y deportivo a la bala de la Champions. Si se retoma la competición, al Atlético no le cabe otra que alcanzar una de las primeras cuatro plazas para mitigar los efectos devastadores del coronavirus en su presupuesto, tal y como manejan ya todos los estamentos del club.
Ese presupuesto récord permitió al club llevar a cabo el pasado verano la mayor inversión de su historia en un futbolista y ahora espera que éste arrime el hombro. Las miradas están puestas en João Félix, quien hasta el momento ha dosificado sus apariciones. El deseo es que se acomode, por fin, en el ecosistema rojiblanco y recuerde al del Benfica en cada partido.
La responsabilidad hay que compartirla. Otros llamados a liderar, como Oblak por ejemplo, no faltan a su cita diaria. Pero la impresión es que João Félix no se encuentra aún tan cómodo. Hace unos días, José Boto, exjefe de ojeadores del Benfica y quien le vio crecer en Seixal, daba sus claves. “João destacaría más si jugara en otro modelo, donde no se le pidiese tanta tarea defensiva y, sobre todo, que no tuviera que arrancar desde tan atrás. Él trabaja, lo hacía en el Benfica, pero no tenía que venir tan atrás. Realizaba su trabajo defensivo, pero más cercano al área, donde marca la diferencia y no se desgasta tanto. Cuando llega a su zona, le falta esa frescura para dar lo mejor de sí”.
Para esclarecer estas sensaciones, y sobre todo la participación ofensiva de João Félix en el Atlético, los datos de Opta en LaLiga apuntan que como rojiblanco aún no ha alcanzado los niveles de protagonismo a los que llegó en el primer equipo del Benfica. El portugués aterrizó con la etiqueta de catalizador, un jugador que mejora las jugadas y que estas se afilaban cuando la pelota pasa por él. Sin embargo, aún en el Atlético participa menos que en el Benfica. Concretamente, nueve veces menos por partido. Así, como encarnado entraba en juego de media 49,7 veces cada 90’, mientras que en el Atlético se queda en 40,8. De hecho, en la zona de finalización, donde le reclamaba Boto, João Félix participa la mitad que en el Benfica. Con los de La Luz era capaz de aparecer dentro del área 6,65 veces cada 90’, mientras que en el Atlético está en 3,58.
El nivel del campeonato es diferente, evidentemente, pero no es menos cierto que la pasada fue la primera temporada como profesional de un joven que ya tuvo que soportar la presión de un gigante en Portugal y que se echó al equipo a la espalda para remontar al eterno rival. Si en Benfica conseguía 0,78 goles por partido, en el Atlético se ha parado en un 0,26, a pesar de que ha insistido en buscar la portería 3,19 veces por encuentro, por 3,43 en su anterior club. Sus asistencias han bajado de 0,36 por encuentro a 0,06, ya que en el Benfica creaba 1,51 ocasiones cada 90’ por 0,77 en el Atlético. Son solamente algunos de los indicativos. En la tabla anexa se aportan más.
El carácter del portugués también se pondrá a prueba en este final. Viene de reconocer que se desvió un poco a su llegada, quizá cegado por tanto bombo, pero que ahora está enfocado. Y lo necesita el Atlético. La situación no es grave todavía, se está a un punto del tercer puesto, desde el sexto que ocupa el equipo, pero el portugués debe albergar cierto sentimiento de revancha. Por delante, once partidos, en varios casos ante equipos en los que su rendimiento fue bajo en la primera vuelta. Así, se estrelló ante equipos como el Valladolid, el Levante, el Celta o la Real. No jugó contra el Athletic y el Alavés, por lesión, y estuvo bien frente al Getafe, Osasuna y Mallorca. Aceptable, en el choque con el Betis.