Celades, ante el dilema de usar su sistema favorito
El 4-4-2 que dejó Marcelino le ha dado mejores frutos
No venimos a romper con lo que hizo Marcelino”. Esas fueron las primeras declaraciones de Albert Celades cuando aterrizó en Valencia. Las palabras del técnico no estuvieron vacías, pues en estos ocho meses al frente, su equipo ha mantenido ciertos automatismos que aprendió con Marcelino. Sin embargo, nada más llegar, en su segundo encuentro en LaLiga, su alineación ya dibujó un 4-3-3, un sistema nunca empleado por Marcelino y que mostraba que quería dotar de su identidad a la plantilla.
Los dos empates cosechados en sus primeros encuentros le hicieron refugiarse en el clásico 4-4-2, donde sus jugadores se sienten más cómodos, pero el técnico nunca ha renunciado al sistema de tres centrocampistas. De hecho, ha juntado a Coquelin, Parejo y Kondogbia en citas tan importantes como Stamford Bridge, el Wanda Metropolitano y cuatro encuentros más.
La flexibilización de sistemas permitió que su equipo evolucionara, pero ya en los últimos meses antes del COVID-19 dio señales de confusión, no terminaba de ser el equipo de Marcelino pero tampoco alcanzaba a ser el que Celades quería.
El catalán tiene ADN Barça y el 4-3-3 con el que se presentó en Mestalla dejó claras sus intenciones, pero el retorno al dibujo que funcionaba llevó a la conclusión de que con dos encuentros por semana carecía de tiempo para cambiar lo que había funcionado hasta entonces.
Ahora, con la mini pretemporada que hay por delante, debe decidir: aprovechar las últimas semanas sin fútbol para dotar de una identidad suya al equipo o seguir en la línea irregular que llevaba el conjunto che, pero que le permitió clasificarse para octavos de Champions y estar en la lucha por Europa.