Riazor era una caldera con Vázquez, se sumaron el 78% de los puntos
Galicia es una de las Comunidades que casi con total seguridad entrará en la Fase 3 el próximo lunes. Las iniciativas de Las Palmas y Oviedo para poder jugar con público, unido a que la Xunta tendrá las futuras competencias, dispararon ayer los rumores sobre la posibilidad de que el Celta, el Deportivo y el Lugo también lo soliciten.
Fernando Vidal no quiere especulaciones y fue rotundo al respecto: “Estamos hablando exclusivamente de un tema sanitario, de salud pública, y la salud está por encima de todo. Por eso no vamos a solicitar nada, a ninguna institución. Estamos en el camino de superar momentáneamente esta pandemia, creo que ahora más que nunca los criterios de los expertos sanitarios y científicos deben de prevalecer sobre nuestros deseos y ganas de ver un ABANCA-Riazor lleno y en el que nos podamos abrazar con nuestras alegrías”.
El presidente coruñés quiso destacar que toma esta decisión a pesar de que “el Depor es uno de los grandes perjudicados por jugar partidos a puerta cerrada”. “Pero no podemos perder la perspectiva, ni la memoria de lo que ha sucedido todos estos meses en los que hemos padecido el azote de una pandemia mortal”.
La postura del máximo mandatario coruñés es destacable porque el Depor será el club de Segunda más afectado económicamente y puede que deportivamente. Y es que los blanquiazules, desahuciados como colistas, han levantado el vuelo apoyados en su rendimiento en casa, donde no pierden desde el 8 de diciembre. Este impulso se ha vivido sobre todo con la llegada de Fernando Vázquez. Con él se sumaron 14 de los 18 puntos posibles de local (78%), frente al 26% de sus predecesores. Recuperar la afición fue otro de sus logros, pasando Riazor de 8.457 espectadores en la despedida de Luis César a 25.965 en el último duelo con el Lugo. El reto ahora será mantener ese ritmo para salvarse en un estadio vacío, en el que jugará seis de los once partidos restantes.
El reto