AS (Valladolid)

“Va a tener muchos pretendien­tes este verano cuando acabe su contrato”

-

muchísimo nivel y al final los entrenador­es lo que queremos es entrenar a ese nivel.

—La NBA vuelve el 31 de julio. ¿Les deja tiempo suficiente para que los jugadores estén físicament­e a punto?

—La clave está más en cuándo nos dejen empezar a entrenar. Con unas cuatro semanas de entrenamie­ntos colectivos y de contacto yo creo que sí. La otra cuestión es si vamos a tener back to backs o nos dejarán uno o dos días de descanso entre partidos. Es un gran debate por un motivo: intentar evitar lesiones. Si arrancas muy rápido lo que vas a hacer es romper a muchos jugadores. Siempre va a haber lesiones, pero que no sean por una mala planificac­ión o por haber corrido demasiado.

—Lo bueno que va a tener es que al jugar en una sola ciudad se van a evitar los viajes.

—Los viajes influyen mucho y las franjas horarias también. Por ejemplo, si hacemos giras de seis o siete días y cambiamos de franja horaria entre tres y cuatro veces. Lo tienes que vivir para darte cuenta. Si me afecta a mí que no soy el que corro la pista… Así que estar en la misma ciudad sí que nos va a ayudar a cuidar un poco más a los jugadores para que den espectácul­o, que al final es lo que quiere la gente después de varios meses encerrados en casa. Muchos de ellos jugándosel­a a diario en sus trabajos. Yo creo que ya nos toca a nosotros ponernos en marcha por ellos. —A raíz de The Last Dance se está hablando mucho de la forma de liderar de Michael jordan y de su actitud con los compañeros. ¿Cree que es la mejor manera de llevar un vestuario?

—Para estos jugadores que están al máximo nivel lo más importante es ganar. En su momento entendió que él solo no podía, que necesitaba el apoyo de los demás, y su manera de motivarles y hacerles mejores era exprimirle­s al máximo. Yo no lo veo mal, siempre que haya respeto y compañeris­mo. Fuera de eso todos hemos tenido calentones en momento de tensión, pero son cosas que quedan en el vestuario.

—Usted coincidió con LeBron James en Cleveland. ¿Le recuerda algo su forma de liderar el equipo a la de Michael Jordan?

—No sé porque lo que veo de Jordan lo veo en un documental, pero sí te puedo decir que LeBron es de los mejores líderes que he visto. A todos los niveles. Da ejemplo desde el sacrificio, la inteligenc­ia, las horas de trabajo… Todo. Cuando tiene que ser serio es serio, cuando tiene que gastar una broma la gasta. Tiene muchísimo mérito haber llegado a las Finales ocho años seguidos, ganar tres anillos con dos franquicia­s distintas y ahora su objetivo es hacerlo con una tercera. Estas discusione­s están bien porque se habla de baloncesto y se recuerda a jugadores que a veces se nos olvidan, da igual quién tenga razón. Al final el baloncesto de ahora no se parece al de los 90, igual que aquel no se parecía al de los 80.

—Nikola Jokic es el líder de los Nuggets. ¿Qué destacaría de él?

—Su personalid­ad. Es un jugador que sin decir demasiado conecta con todo el mundo. Y después tiene algo en común con LeBron: todo el mundo quiere jugar con él y todos son mejores a su lado. A veces estas cosas se pasan por alto y es una pena. Si miras los números de sus compañeros siempre son mejores cuando están con él y al final del año esos compañeros firman contratos de mucho dinero. Es algo que vi con LeBron y ahora lo veo con Nikola.

—Juancho ya no está en Denver. ¿Cómo vio su paso por el equipo?

—Fue muy bueno porque su crecimient­o aquí ha sido inmenso. Siempre ha sido parte de nuestra estructura y lo consideráb­amos parte de nuestro futuro, lo que pasa que por temas salariales tienes que ir con cuidado con lo que firmas. Nosotros queríamos que se quedara, pero la decisión del jugador también cuenta. Él siempre estuvo muy contento, tenía una relación excelente con la mayoría de sus compañeros. Tuvo momentos increíbles y otros complicado­s en los que entraba y salía de la rotación. Un poco la realidad de la NBA. Pero siempre fue extremadam­ente profesiona­l. Ahora domina la liga mucho más, tanto en ataque como en defensa. Los equipos lo saben y va a tener muchos pretendien­tes este verano cuando acabe contrato. En mi familia teníamos mucha relación con él y verle jugar es lo que nos hace más felices.

—A raíz de la muerte de George Floyd han sido varios los jugadores NBA que se han significad­o en contra de los abusos policiales y el racismo en el país. ¿Cómo se viven estos episodios dentro del vestuario?

—Es un tema personal y hay quien expresa más sus sentimient­os y quien lo hace menos, pero estamos todos juntos. Episodios como estos son muy duros para la sociedad. Da igual el color, aquí lo que tenemos que estar es juntos e ir en contra de estos actos que tienen que acabar. En la NBA hay muchos más afroameric­anos, pero no hay división en este aspecto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain