El Leganés se condena
Un grave error de Cuéllar propició el gol de Ünal a los dos minutos Primer triunfo del Valladolid en Butarque
L● a desescalada se disfrazó de rutina. En Butarque faltó público (lo de nunca) y fútbol (lo de siempre). Una distopía post pandemia en la que el Lega siguió perdiendo con magnética inercia hacia un abismo que cada vez llena más de azufre su estadio. Esta vez, sucedió ante el Valladolid. Los goles de Ünal y Alcaraz dieron por primera vez el triunfo al Pucela en Butarque. Fue sencillo. Demasiado. Fue rápido. Demasiado. Sólo Óscar, de penalti, maquilló la desdicha local en el 84’.
A los 120 segundos ya había estallado el alarido de Ünal.
Butarque se ahogó en un doble silencio. El del ambiente. El del alma. Como una sombra que pesa en las botas. Minuto 2 y el Leganés ya perdía. El del turco del Valladolid festejando su gol (cuatro le ha hecho, su rival favorito) era el tercer grito de la tarde. Los otros dos los eyectó la garganta de un Awaziem que pasó de soñar que le pitaran un penalti por manos de Salisu tras cabezazo (nada), a pedir a Cuéllar que despejara una cesión simple. Pero Pichu erró.
Se desvió de la trayectoria y regaló al rival una asistencia invisible. Oro hormigonado. Tres puntos y a Pucela. Así cayó el Leganés en una reentré que fue déjà vu. Volvió la versión de octubre. Hueca y sin fútbol, incapaz de ponerle balones a Carrillo o circular la bola por una medular que dominó sin inventiva. Como abrazar la niebla. El golpe fue tan duro, que el Valladolid no necesitó más que replegarse. A eso se dedicó en la primera mitad.
Más no necesitó frente a un
Lega que salió con defensa de cinco y pasó a un 4-2-3-1 con Kevin y Rosales de puñales romos. Al menos el primero asustó (poco) a Masip con un remate lejano. Eso fue todo de un primer tiempo que dejó paso a otro arranque de pesadilla pepinera. Un desajuste de Silva y Omeruo dejó autopista a Plano. Su centro lo despejó Cuéllar pero lo engatilló Alcaraz. El 0-2 fue una losa. Aguirre agitó el árbol con la entrada de Bryan Gil y Ruibal (antes salió Assalé) pero apenas fueron espasmos. El penalti que forzó Assalé ante Salisu en el 84’ (gol de Óscar) apenas dio un suspiro de fe evaporado rápido. Demasiado.
Penalti Óscar recortó distancias desde los once metros