Djokovic
El serbio estuvo con un baloncestista positivo por COVID Después no guardó la distancia ni en el Adria Tour ni en la fiesta posterior
Así fue el Adria Tour en las instalaciones del Novak Tennis Centre. Antes del inicio del evento, Nole recibió a abrazo limpio a sus colegas, como Dimitrov, que no supo muy bien qué hacer cuando el ganador de 17 Grand Slams se abalanzó sobre él en el aeropuerto. En la previa de la competición repitió esas muestras de cariño en una exhibición ante Jelena Jankovic, y en competición continuó con su cercanía en una cancha prácticamente repleta por 4.000 espectadores, en la mayoría de los casos sin protección, igual que los empleados, jueces, recogepelotas, tenistas y periodistas. una racha de 22 victorias en 2020), pero celebró el éxito de la competición en la fiesta que compartió por todo lo alto, entre otros, con Thiem y Zverev. Cantó y bailó sin camiseta, rodeado de gente y tocándolo todo.
Todo esto en vísperas de que se decida el futuro del tenis en 2020, con la celebración del US Open en pie, pero aún en duda, entre otras cosas por los recelos de Djokovic sobre el Grand Slam estadounidense debido a las medidas sanitarias (un solo hotel en el aeropuerto, un acompañante por jugador...) que pretende imponer la organización, y que él considera “extremas”. Ahora, la posibilidad de que pueda haber sido infectado por coronavirus añade aún más incertidumbre al pensamiento de una masa de tenistas dividida entre los que no ven nada clara la opción de que se reanude el circuito en las condiciones actuales y los que están deseando volver a competir, en su mayoría estadounidenses. El desfase de Djokovic traerá cola.
Recelo
El número uno rechaza las medidas “extremas” del US Open