“En situaciones de muchos partidos en poco tiempo facilita la recuperación”
La medicina hiperbárica, que ya ha sido utilizada estos días por jugadores de prácticamente todos los equipos, es empleada habitualmente por deportistas como Rafa Nadal, Cristiano Ronaldo y la propia Selección española de fútbol. Sin embargo, en el mundo del baloncesto saltó a la fama en 2016, cuando LeBron James desveló que la usaba a diario en las finales de la NBA. La megaestrella norteamericana promedió en esos siete partidos 43,6 minutos en pista para acabar remontando la serie a los Warriors y vencer, con los Cavaliers, por 4-3.
El responsable de la cámara hiperbárica en el centro médico avanzado de L’Alqueria es José Fabregat, neurólogo y especialista en esa rama sanitaria. Por sus manos pasó, por ejemplo, Dani Carvajal, quien llegó a tiempo al Mundial de Rusia tras lesionarse en la final de la Champions. “Este tratamiento consiste en respirar oxígeno, a una concentración del 100%. Para ello, introducimos al paciente en unos equipos que permiten cumplir con los requisitos de riqueza de oxígeno y presión durante un tiempo superior a 60 minutos”, asegura a AS el doctor Fabregat.
La medicina hiperbárica no es una medicina experimental o alternativa y es utilizada habitualmente en el sistema sanitario. Eso sí, en el deporte de élite maximiza sus prestaciones. “Es un potente inhibidor del componente inflamatorio, mejora la circulación y, sobre todo, mejora la oxigenación de los tejidos”, asegura el doctor Fabregat, quien ya ha tratado estos días a jugadores del Joventut, Bilbao, Barcelona, Burgos y Valencia. “Cuando los equipos lo prueban, se sorprenden de tanto beneficio. Es un lujo para los jugadores”, explica. “En situaciones donde hay que jugar muchos partidos en poco tiempo, con periodos de descanso cortos, es una opción útil para facilitar las fases de recuperación”, sentencia.
Dr. Fabregat