El Barça despide a Pesic
El club azulgrana anuncia la marcha del entrenador 24 horas después de perder la final ● Ahora pretende a Jasikevicius
El Barça sufrió el martes un descalabro en la final liguera ante el Baskonia y cierra la temporada sin ninguno de los tres títulos en los que hubo un campeón. Termina en blanco un curso que había arrancado como uno de los más ambiciosos de su historia, con un gasto en plantilla de 33 millones.
La burbuja de Valencia era la gran oportunidad que le surgió al Barcelona para cerrar con una sonrisa el que comenzó como uno de los cursos más ambiciosos de su historia reciente, con un gasto en plantilla de 33,2 millones de euros, y que ha terminado con un batacazo descomunal. Una temporada en blanco que le ha costado el puesto a Svetislav Pesic, de 70 años, apenas 24 horas después de perder la final de la Liga Endesa ante el Baskonia. El club anunciaba ayer que ambas partes habían llegado a un acuerdo para rescindir el año que les quedaba de contrato. Y el técnico aseguraba que la decisión estaba tomada desde hacía semanas: “Mi trabajo ya estaba hecho y era el momento de dar entrada a otra persona”.
Con su particular carácter y su estilo old school, hubo quienes en el verano pasado cuestionaron si Pesic era el entrenador ideal para liderar el proyecto del Barcelona. No por conocimientos (incuestionables) o palmarés (asombroso), sino por su carácter y la idoneidad de su figura en 2020. En realidad, Pesic era el paradójico rostro de una inestabilidad que ha marcado a los despachos y el banquillo azulgrana desde que se rompió el binomio Creus/Pascual en 2016. Pasaron Bartzokas y Sito Alonso, que llegó en el verano de 2017 con siete fichajes, de los que solo siguen Heurtel, Oriola y Hanga. Y el 9 de febrero de 2018, con aroma a temporada perdida, aterrizó Pesic. En solo cuatro partidos oficiales ganó la Copa, un milagro que impulsó su segunda temporada (13 años después) en el club al que dio su primera Euroliga, en 2003. Después, Pesic repitió Copa en 2019 pero dejó muchas dudas en un tramo en el que la sombra de Jasikevicius se alargó sobre el Palau.
El serbio, cuya gestión de las rotaciones y los recursos de plantilla no ha parecido la mejor, fue una solución de emergencia que lleva más de dos años al frente de un club que no gana la Liga desde 2014.
Y ahora, ¿qué? Pues el Barça vuelve a la casilla de salida, a Sarunas Jasikevicius, de 44 años, con el que negoció en el verano de 2017 y luego en 2018 sin que se completara la operación. “En el Barça pasan cosas muy raras”, dijo hace dos años el lituano para explicar por qué no había fichado por el club azulgrana, con el que ganó la Euroliga como jugador en 2003. Retirado en 2014, la actual ha sido la cuarta temporada como primer entrenador del Zalgiris. A la tercera podría ser la vencida y sentarse en el banquillo del Palau pese a que el Fenerbahçe le pretende. En la lista del Barça también aparece Pedro Martínez, al que en el club ven con muy buenos ojos.
El nuevo técnico llegará como reacción a la debacle liguera, a un año en blanco con varias razones que lo explican.
Ataque poco definido. Siempre pareció que Pesic daba prioridad total a construir una defensa voraz y dejar que el talento de sus estrellas hiciera el resto. Con muchas armas pero sin un estilo de ataque definido.
Lagunas en la dirección. Las lesiones de Heurtel y Pangos y la marcha de Delaney han llevado a Hanga a ejercer de titular. La mala suerte se ha cebado con el equipo y eso debería cambiar con Heurtel listo y la llegada de Calathes.
Los pívots dejan dudas. Tomic tiene 33 años y su futuro estaba fuera del Barça, pero Milutinov acabó en el CSKA y ahora puede seguir. Davies ha completado una temporada irregular y no parece el gran pívot titular de un aspirante a ganar la Euroliga.
La cabeza de Mirotic. Después de llevarse el MVP de la fase regular, Mirotic tenía la ocasión de cerrar con una muy buena nota su primera campaña. Pero se hundió de forma catastrófica en la final. Cualquiera puede tener un mal día, pero él pasaba examen como líder en las grandes citas, el único asterisco a un jugador de talento NBA.
Abrines, oportunidad perdida. Mala temporada la de su vuelta de la NBA. Sin el físico y las variantes que le convertían en un alero total. Un mal paso en una trayectoria aún recuperable.