“Cambiamos, entré yo y Sergio y Piqué hicieron una pantalla”
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Carles Puyol (La Pobla de Segur, 13-4-78) se siente tan orgulloso de los momentos vividos con la Selección como de sus 100 internacionalidades. Por culpa de una inoportuna lesión en la rodilla se perdió la Eurocopa 2012 y no puede presumir de la trilogía de títulos, pero también se siente partícipe de esa victoria.
—Comencemos por donde tenemos que comenzar. 7 de julio de 2010. Las 10 de la noche en España. Gol de Puyol a Alemania. Un momento culminante.
—Culminante fue el gol de Andresito en la final… Ese partido fue el mejor que hicimos en todo el Mundial y tuve la suerte de marcar el gol con una jugada preparada, que habíamos ensayado el día anterior cuando analizábamos a Alemania. Vi como defendían y con el Barcelona de Pep ya habíamos hecho esa jugada contra el Athletic que acabó en el larguero. Sabía que les podíamos hacer daño si dos hacían la pantalla y uno la ponía como las pone Xavi, que siempre está a la altura. Lo propuse en la charla. El míster nos dijo que ok y la hicimos. Creo que si no hubiéramos acertado en esa acción, hubiera habido otra. Fuimos superiores.
—Qué tanto por ciento tiene Xavi en la jugada.
—En el centro, el cien por cien; en el gol vamos a medias, el cincuenta por ciento para cada uno. Esa jugada la habíamos preparado pero yo no tenía que rematar. Dije que la pusiese y que rematase Sergio Ramos, que va muy bien de cabeza y los que teníamos que hacer de pantalla éramos Gerard (Piqué) y yo. Al final de la primera parte le dije a Xavi que por qué estaban tirando todos los córners en corto. Le dije vamos a ponerlos arriba y veréis como va a funcionar. Entonces me dice él, no te preocupes que el primero que haya te lo pongo ahí. Yo le dije tu ponla que entro en carrera y o marco gol o un alemán entra dentro de la portería. No te preocupes que aquí pasará algo. Por suerte hicimos el gol.
—¿Y entonces por qué el balón va hacia usted si tenía que ser para Sergio?
—Porque ya entonces estaba enfadado y les dije ya entraré yo y ya veréis como irá bien. Cambiamos las posiciones. Quien de verdad creía en esa jugada era yo. Era quien la había hecho con el Barcelona. Creíamos que esa era la fórmula de hacer gol.
—Usted llegó al Mundial decidido a que fueran sus últimos partidos con la Selección.
—Sí, tenía decidido que mi etapa se había acabado. Nada más acabar la final, no sé si ya teníamos la Copa o fue justo antes de recogerla, me cogió el míster y me dijo “ahora no te puedes ir, tienes que llegar a los 100 partidos”. Que en un momento de euforia se acordara de que estaba en 99 partidos, me hizo pensar, reflexionar y decidí quedarme. Fue solo una frase, pero me llegó. Si me lo hubiese dicho una semana después no hubiese tenido el mismo efecto. ¡Que una persona se acuerde de esto…! Me tocó y me hizo cambiar. Nunca me arrepentí. El grupo era fantástico y teníamos recorrido como se demostró. Quedamos campeones de Europa. Yo estaba bien, pero con la edad tienes que dosificarte. Mi forma de entender el fútbol, de entrenar y jugar, todo el mundo la conoce. Tiene que ser al cien por cien. Y como no puedes dejar el club, dejas la Selección.
—Jugar 100 partidos tampoco está mal.
—Más que con los 100, me quedo con lo que he tenido la suerte de vivir. Ser campeón de Europa y del mundo es fantástico. Si solo hubiese jugado 50 pero hubiese sido campeón, estaría muy bien también. No son tanto los partidos, es lo que has vivido en esos partidos y he sido muy afortunado. No llegar a la Eurocopa fue duro. Me encontraba muy bien. En mayo vimos que tenía un cuerpo libre en la rodilla. Era peligroso seguir jugando. Decidimos operarme y me perdí la final de la Copa con el Barça y la Eurocopa. Estuve en la final con el ‘Guaje’ Villa, que también estaba lesionado. Lo vivimos y lo celebramos con ellos.
—El presente de la Selección, por desgracia, no es el mismo. —No se ha ganado pero tiene buenos jugadores, un gran seleccionador y nos dará alegrías otra vez. No creo que sea imposible volver a ganar. No hay que poner desde fuera la presión de que tienen que ganar. Entonces es más complicado. Tienen que hacer su camino y pueden hacerlo. Ganar los tres títulos seguidos no es fácil, pero van a dar guerra seguro. En el míster confío cien por cien. No tuve la suerte de estar con él en el Barça como jugador, pero lo conozco perfectamente, es como un hermano para mí, sé el gran trabajo que hizo en el Barça y seguro que lo va a hacer en la Selección. —Sin las lesiones hasta donde hubiera llegado Puyol… —Quizás estaría jugando.
—Cuando usted cumplió los 100, Sergio llevaba 99. Ahora va por los
170.
—Está que no para. Es increíble lo que está haciendo. Tiene
34 años, pero si a un futbolista le respetan las lesiones y tiene ilusión y ganas puede estar bien hasta los 37 o 38, al máximo nivel. Ya sé que en España cuando cumples 30 ya se piensa que hay que renovar y coger aire nuevo. Yo si me retiré fue porque me molestaba la rodilla y no encontrábamos la solución. Físicamente estaba muy bien. Nunca dejé de entrenarme, ni un día. Lo que pasaba es que había movimientos que no los podía hacer y no podía jugar al futbol. —Ahora está para jugar.
—Estoy perfecto. Hice un tratamiento con células madre y el doctor Orozco en Barcelona me dijo que podría volver a jugar.
Ese córner “Lo tenía que haber rematado Ramos, así estaba ensayada la jugada”
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