“Llegué a jugar de extremo izquierdo para marcar al lateral de Bulgaria”
final. Cuando pasamos una vez vino todo lo demás. Antes de ese Europeo también hubo sus líos, pero se pasó contra Italia y nadie se acordaba ya. Además de tener buenos equipos, la pelotita tiene que entrar.
—El tópico de la pelotita es muy recurrente.
—-Pero era verdad. ¿O no? No era normal que nos hubieran tirado tantas veces en los penaltis. Estábamos entre los mejores, pero siempre pasaba algo o había una decisión arbitral, como en el 2002, que luego reconocen ellos mismos que se equivocaron. Nunca nadie podía decir que el contrario nos pasaba por encima. Nos ganaban por cositas, no porque los rivales fueran mejores y nos metieran cuatro. Si acaso en el Mundial de Brasil. En todos los demás, hemos estado ahí y nos pasaba algo raro. Al final se ha demostrado que España siempre estaba entre los mejores y ha ganado dos Eurocopas y un Mundial.
—Se retira de jugador tras la Eurocopa 88. ¿Su mejor recuerdo?
—-Me retiran las lesiones. El 12-1 a Malta y la victoria en Wembley en el 81. Esas son las cosas del fútbol. Llegamos al estadio tarde por un atasco. Nos íbamos poniendo las medias por el túnel y fue un partidazo. Como seleccionador, el 9-0. Se hicieron todas las cosas bien.
—Una década después vuelve como seleccionador.
—-Ahora eres tú quien tiene que tomar todas las decisiones. Me vino bien la experiencia de haber sido capitán y haber negociado situaciones. Fui feliz esos años. Me dejaron trabajar muy a gusto. Empezamos a cambiar todo. A reunir datos de todos los jugadores y trabajar con ellos. El equipo en esos cuatro años dio una buena medida.
Nos faltó lo que hemos hablado antes. En el 2000, nos ganó la mejor Francia de su historia. Estuvimos de tú a tú, podíamos haber pasado perfectamente. Fallamos un penalti. Y en Japón nos encontramos con un árbitro.
—¿No llegó demasiado joven al cargo? 43 años.
—-No lo creo. Tras el Mundial tenía claro que me tenía que ir. Necesitaba estar más tiempo en el terreno de juego. Otro tipo de responsabilidades. No estaba cansado, pero lo que venía después no era aceptable. Estaba todo bien. Pero nos faltaba algo. No lo sé. A lo mejor, la suerte. Veía que seguir no iba a ser bueno por cosas. Veía que se quería más.
Venía otro Europeo y otro Mundial e iba a ser difícil. A quien viene nuevo se le ve de distinta manera. En el fútbol es difícil quedarte. Cuando estás en un equipo cuatro años, empieza a haber problemas que tú no puedes solucionar, que vienen derivados de los entornos, de los jugadores. La parafernalia que hay alrededor de un equipo al quinto año es una losa. Tienes que cambiar a jugadores muy importantes. El discurso ya no llega igual a la Prensa, al aficionado, al directivo y eso hace que se deterioren las cosas y el triunfo te cueste mucho más.
—-El Camacho seleccionador nos sorprendió como un técnico innovador y con una tendencia de tener el balón y al ataque. —-Yo era futbolista. Hacía lo que me decían mis entrenadores. Como jugador tenía mis inquietudes. Me gustaba el fútbol y ver los métodos de los entrenadores. Nunca soportaba el aburrimiento en los entrenamientos. Siempre supe lo que tenía que hacer en el terreno de juego y como técnico, en ese momento, se lo tenía que explicar a mis jugadores.
—Aquella Selección suya era una máquina de hacer goles. Nueve a Austria, ocho a Chipre, seis a San Marino.
—-Los jugadores se convencieron de que además de salir a ganar, había que divertirse y marcar cuantos más goles, mejor. Les motivaba con cosas. Si metéis cinco o seis, tenéis un día más libre. O aquello de la capea. Les buscaba motivaciones para no quedarnos sólo en la victoria. Hacer más. No me gustaba el 1-0. Había que hacer cosas diferentes para que vinieran con ilusión a la Selección y estuvieran a gusto.
—Se juntaron Guardiola, Fran, Valerón, Raúl… muchos ‘jugones’ como después en la gran época.
—-Había que compaginar. También estaba Albelda, que jugaba muy bien, Baraja… Me gustaban esos jugadores. Ahora se juega de diferente manera. Me gustaba tener el balón y que no lo tuviera el contrario. En España siempre hubo buenos futbolistas. En un momento determinado hubo mucho fútbol aéreo, de fuerza. Eso se contrarrestó echando el balón abajo. Otro concepto diferente.
Polivalente
Lecciones “A Raúl y a Pep les corregía porque siempre pasaban para atrás"
—Su Selección, futbolísticamente, fue una de las mejores de las últimas décadas.
—-Sí, pero no nos engañemos, el mejor equipo jugando al fútbol fue el que ganó las dos Eurocopas y el Mundial. Eso sí que era jugar bien al futbol. Va a ser muy difícil volver a ver uno como ese. Nadie lo va a igualar. Se quitaron la mochila de los penaltis y sin mochila se pusieran a jugar al fútbol y volaban. Crearon escuela. El mundo del fútbol cambió. Todos comenzaron a copiarnos. Eran otra clase de futbolistas. El fútbol no es una cosa sola. Lo importante es decir que hemos ganado 1-0. Ese triunfo te da más moral, más seguridad. Entre ganar 1-0 jugando mal y perder 1-0 jugando bien… Surgen las incertidumbres y las dudas y eso no es bueno. Cuando ganas, todos los futbolistas aparecen por el campo, la quieren todos. Si vas perdiendo, le silban cuatro veces y el jugador no aparece. Hay jugadores que con público se esconden. —Y al final se ha convertido en el comentarista por excelencia de la Selección.
—-He hecho algo más… No me gusta comentar todas las semanas. No sabes qué decir. Por eso acepté lo de la Selección. Luego sale lo del Iniesta de mi vida y otras frases, y como todo va bien, pues sigo y sigo. Fuimos ganando todo y se me ha identificado con la Selección. La verdad es que me siento cómodo.