Los temores ‘calculados’ de Guardiola
Pep, siempre Pep. En estas declaraciones exhibe un respeto reverencial por Zidane y del Madrid vuelve a hablar con la piel de cordero puesta. Casi diría que si usted fuese un marciano y acabase de aterrizar en la Tierra, después de escuchar al de Santpedor pensaría que es el City el que tiene que remontar un 2-1 en la final adelantada del Etihad. Pero no se fíen. Guardiola es consciente de que la baja de Ramos (más importante que ninguna otra para un partido de semejante exigencia) y la presencia de Sterling y Gabriel Jesús arriba sitúan a su equipo en una posición de claro favoritismo para meterse en la ‘Final Eight’ de Lisboa.
Lo suyo es un juego psicológico muy meditado. Sabe que con 1-2 y jugando en casa, quedar eliminado ante un Madrid mermado y con Hazard a medio gas sería un fracaso. No olviden que desde que llegó Guardiola al banquillo citizen ha dispuesto de 800 millones en fichajes y ni así le ha dado para meterse en unas semifinales de Champions. Por eso prefiere ir de víctima. Si pasa, podrá sacar pecho aunque sería lo lógico. Si cae, dirá que el Madrid es muy grande y que entraba en lo probable verse apeado por la leyenda blanca. El caso es desviar la atención para que no se focalice en su persona. En parte le entiendo. El 0-4 de Múnich con el Bayern lo tiene clavado en un sótano oscuro de su memoria. Cierto que ahí estaba ‘Thor’ Cristiano. Pero ahora está otro mago: Zidane. Lógicos sus calculados temores...
E
I Reino Unido está capeando como puede los rebrotes del coronavirus que están afectado, en especial, a la zona del Gran Mánchester, la región donde el Madrid viajará el próximo jueves para disputar contra el City la vuelta de los octavos de final de la Champions que da pase a la ronda final en Lisboa.
El pasado jueves por la noche, desde el gobierno británico se comunicó una ampliación rigurosa de las medidas de seguridad para intentar frenar los contagios y ayer echó la capota sobre varios eventos deportivos (carreras de caballos, cricket y el mundial de snooker) que se iban a utilizar como experimentos para ir permitiendo la presencia de aficionados en las gradas. “Tenemos que pisar el freno”, admitió el primer ministro, Boris Johnson. Lo confirmó el ministro de Cultura, Oliver Downen: “El aumento de las tasas de infecciones hace que no podamos seguir adelante con estas competiciones piloto”.
Un panorama que delata la preocupación que hay en el país por la dificultad para que decaigan los casos positivos por COVID-19. En la región de Mánchester estaban cayendo hasta el pasado 14 de julio. Desde ese momento el repunte está siendo imparable. Han crecido en un 50 por ciento y hay localidades cercanas a la gran ciudad (los buroughs) donde la tasa de contagios se ha multiplicado por cuatro.
Las ‘raves’. Mánchester se ha estado preparando desde el endurecimiento de las restricciones a los movimientos (las personas que no compartan el mismo hogar no pueden reunirse en lugares cerrados) y está reforzando los dispositivos policiales durante este fin de semana, contemplando incluso el uso de la fuerza para dispersar las reuniones masivas. Uno los principales focos de expansión del coronavirus están siendo, según las fuentes gubernamentales, las fiestas en casas y las raves, un tipo de fiesta en lugares apartados muy popular en la ciudad mancuniana.
El City-Real Madrid siempre se planificó a puerta cerrada, era condición indispensable para disputar el partido en el Reino Unido y no llevarlo a Lisboa, donde se jugarán en campo neutral los cuartos de final, semifinales y final de esta Champions. En ese sentido el equipo británico está siguiendo un protocolo de seguridad estricto, al igual que el Madrid en
España, y la expedición blanca se verá protegida por una ‘burbuja’ incluso antes de pisar Mánchester. Esa seguridad sanitaria es la que evita que el Madrid tenga que someterse a la cuarentena obligatoria de 14 días establecida por el Reino Unido a los viajeros que lleguen desde nuestro país. Todo el que esté envuelto en la celebración del partido estará controlado. El personal que trabajará en el Etihad también está siendo monitorizado de manera intensiva y la orden es que tanto el City como el Madrid involucren al menor número posible de empleados para reducir las posibilidades de contagio.
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