La Champions
Dani Olmo, el mejor del partido, adelantó al Leipzig ● João Félix, incomprensible suplente, igualó de penalti
El Atlético cayó de nuevo de forma cruel en Lisboa. Esta vez por un tanto de rebote cuando quedaban dos minutos. Había logrado empatar el golazo de Dani Olmo gracias a un gran João Félix (algún día tendrá que explicar Simeone por qué le dejó de suplente en el partido decisivo de la temporada). El RB Leipzig fue mejor que el Atlético. Julian Nagelsmann pegó un repaso táctico a un Simeone que de nuevo no supo reaccionar en un partido decisivo. La Champions tendrá que esperar una vez más para el Atlético.
El Atleti de Simeone es como una vajilla de Duralex. Son esos platos, esos vasos verdes o marrones que han estado y siguen estando en todas las casas. No son platos bonitos, más bien al contrario, pero que día a día te sirven para desayunar, comer y cenar. Resisten y resisten. Parece que nunca se rompan. El equipo no es una vajilla de boda ni una vajilla de Ikea, es una vajilla resistente. Muchas veces piensas en cambiarla por otra más agradable a la vista, pero al final te quedas con ella porque hace su servicio.
En los últimos ocho años, Simeone tiene siempre a punto esa vajilla de Duralex para servir la pizza que cocina. En los cuartos de final de Champions, aunque sean a partido único, no iba a cambiar el menú el Cholo. Esa pizza con su 1-4-4-2 fue la que cocinó ante el Leipzig, donde su novel entrenador, Nagelsmann, es más de cocina minimalista, de esferificaciones y moderneces.
El Atlético esperó en su campo al Leipzig para intentar robar y salir al contraataque. El equipo alemán era el dueño del balón, pero las ocasiones iban cayendo para los rojiblancos. Después de un remate a las nubes de Halstenberg en el minuto 4, todas las oportunidades del primer tiempo fueron para el Atlético salvo una en la prolongación en la que Upamecano remató de cabeza a la salida de un córner al centro a las manos de Oblak.
Entre esas dos ocasiones del Leipzig, en el que destacaron los españoles Angeliño y Dani Olmo, el Atlético pudo marcar en el minuto 9 una acción a balón parado, una falta lateral que botó Lodi y cabeceó poderoso Savic y el balón salió como en parábola y le creó problemas a Gulacsi, que acabó atajando el cuero. Tres minutos después, tras una combinación entre Lodi y Carrasco, el belga tiró con la derecha para que el portero húngaro despejase a córner en una acción de mérito. En la siguiente, Saúl pidió un penalti de Gulacsi, que le tocó en el talón mientras corría.
Carril izquierdo. El Atlético salía a presionar al Leipzig buscando tenderle una trampa a Upamecano, que va sobrado en el inicio de juego. Los ataques colchoneros se producían más por la banda izquierda con Lodi y Carrasco que por la izquierda con Trippier y Koke. El lateral inglés apenas se incorporó al ataque porque las incorporaciones permanentes de Angeliño le obligaban a mantener su rol defensivo.
Marcos Llorente no recibió ni un balón. Aguantó su posición de segundo delantero, pero hasta el minuto 39, en el que cayó a banda izquierda y retó en una carrera a Upamecano, no apareció el madrileño. Igual que Diego Costa, que apenas participó en esa primera parte.