Tendrá que esperar

El equipo de Nagelsmann fue superior, pero ganó de rebote en el minuto 88 ● Simeone no supo reaccionar

El Atlético no sufrió en la primera mitad y mandó en las áreas, pero le volvió a faltar tener mecanizada la fase ofensiva como tiene la defensiva. Savic y Giménez fueron dos bastiones ante las embestidas del equipo de Red Bull, que buscaba sus opciones a la espalda de Lodi y Trippier y de Herrera, con esa línea de tres medias puntas liderada por un Olmo imperial y un Nkunku desbordante.

Tras el descanso, Simeone no movió sus piezas y mantuvo el plan de aguardar sus opciones a la contra. El RB Leipzig aumentó su velocidad y en una jugada de manual de ataque estático a defensa en repliegue intensivo, circulando de una banda a otra, llegó el gol de Olmo, que a su fútbol combinativo, su lucha, su calidad, añade siempre su llegada. Dani Olmo tenía ganas al Atleti porque su deseo era jugar de rojiblanco y una de las dos partes no cumplió el acuerdo.

Como tantas veces, el gol en contra hizo que el Atlético adelantara líneas. Simeone al fin sacó a João Félix al césped. Y cada vez que tocaba el balón el portugués se entendía menos su suplencia.

El Leipzig estaba siendo superior, pero hueveaba cada vez que llegaba al área y siempre le sobraba un pase. En esas Diego Costa hizo su única acción buena de la noche y devolvió una pared a João Félix, que fue cazado cuando iba a rematar. El Menino de Ouro dijo que el penalti lo tiraba él y anotó el empate.

El Atlético parecía más cerca del triunfo, pero el Leipzig siguió a la suya. Simeone cambió hombre por hombre a Costa por Morata y poco más aportó para buscar el triunfo, salvo sacar a Felipe por Koke para poner un central arriba a lo Alexanko e intentar igualar el cruel gol que el Leipzig marcó con el tiro de Adams, que rebotó en Savic en el minuto 88, cuando el partido se iba a la prórroga. El año que viene lo volverá a intentar el Atlético. Como Sísifo.