Somos quienes somos
Las cosas como son: el Bayern juega a más y mejor que el Barça de Setién. Es un hecho que, incluso, asumirán los culés que viven más alejados de la realidad en un año en el que el Real Madrid viene de ganar una liga, mientras que en Can Barça intentaban fijarse en lo que indicaba Éder Sarabia bajo su mascarilla. Los muniqueses parten como favoritos. No hay lugar a duda. Por fútbol. Por tranquilidad institucional. Y por autoconvicción. Tal y como dicta el lema bávaro “mia san mia“ (somos quienes somos), en gran parte de Alemania malinterpretado en sentido de la arrogancia muniquesa, pero en su esencia simple espejo de autoconfianza en sus singulares virtudes: hacer gala de su historia en esta competición, crecerse ante toda adversidad y salir victorioso de los escenarios más imponentes del continente. Viejas glorias como Matthäus han hecho un flaco favor a Flick desprestigiando a Messi, pero el Bayern de hoy ya no necesita acaparar portadas para intimidar a sus rivales.
El Bayern de hoy, modelado por el sorprendente Flick, juega al fútbol como los ángeles. Y ahora es el momento de ponerlo a prueba frente a los ángeles del pasado y su arcángel argentino. En Múnich saben que es capaz de todo. Pero hay confianza de sobra tras alzar con una tremenda autoridad el doblete en Alemania. Solo eso es lo que alimenta el “mia san mia“del Bayern contemporáneo, no palabras sueltas de un profeta del pasado.