En el tramo final, hasta 15 compañeros han jugado más que él
Si hay un futbolista a quien no vino nada bien el parón fue Felipe. El Atlético volvió a buen nivel, con ritmo, con gol, pero el central le costó. Una inoportuna lesión muscular le hizo perder el paso y Giménez y Savic lo aprovecharon para asentarse. Así, el brasileño pasó de ser uno de los futbolistas más destacados del equipo hasta marzo (para muchos, el mejor junto a Oblak) a tener un papel mucho más secundario. En la cita decisiva, contra el Leipzig, tuvo que conformarse con jugar un par de minutos y como delantero.
A Felipe, de 31 años, también le costó en el inicio del curso. La solidez de Giménez y Savic le impidió tener oportunidades, pero en cuanto las tuvo, convenció. En los primeros cinco partidos del curso jugó un minuto. Empezó a tener la confianza del Cholo hasta que en octubre entró para no salir más: 27 partidos completos, salvo uno que se perdió por sanción. Y entonces se paró la competición. Y la racha del central también.
Felipe no encontró la forma que tenía y unas molestias musculares le lastraron cuando la competición iba a un ritmo trepidante de dos jornadas por semana. El brasileño perdió el sitio. Hasta el parón era el segundo futbolista del Atlético con más minutos, tras Oblak; desde que se reanudó la competición, hay 15 compañeros que han jugado más. Pero la confianza del Cholo está intacta. Su rendimiento está fuera de toda duda, pero el disgusto de Felipe ya no podrá tener revancha hasta la próxima campaña.
Sin tiempo