Es de 170 millones y pasa a 400 cuando sea del primer equipo

Ansu Fati mejoró su contrato con el Barça por última vez en diciembre de 2019. Entonces, mantuvo la duración de su contrato y le ascendió a jugador del filial (había empezado el curso en el juvenil). Al recibir un aumento en su ficha, su cláusula subió a 170 millones de euros. El contrato estableció que, cuando Ansu fuese jugador del primer equipo, la duración del mismo, que ahora llega a 2022, se ampliaría hasta 2024, y la cláusula subiría de manera automática hasta los 400 millones de euros. Pero eso todavía no ha sucedido y hay cierta prisa por regularizar esa situación.

El Barça, y en concreto Bartomeu, son conscientes de que no pueden dejar escapar bajo ningún concepto a un talento así. La pasada semana trascendió que Ansu Fati había roto con Rodrigo Messi, hermano del crack, que tutelaba sus asuntos, y ha firmado un contrato con Jorge Mendes. Eso ha puesto en alerta al Barça, especialmente porque ha empezado a sonar con fuerza que el Manchester United se estaría pensando pagar la cláusula de rescisión del jugador y arrancarlo de Barcelona.

Es por eso que el Barça, escarmentado por los casos de otros jóvenes o incluso de estrellas como Neymar, está en guardia. Obviamente, la ampliación de contrato hasta 2024, con el aumento de la cláusula a los 400 millones de euros, no le va a salir gratis al Barça, que deberá acompasar esa subida a una mejora de ficha. La misma quedó apalabrada en la negociación de diciembre, pero con Mendes al mando pueden cambiar las reglas.

Hábil negociador, y siempre con clubes dispuestos a entrar en sus operaciones, el Barça intentará acabar con el runrún cuanto antes. A eso ayudará la marcha de Setién, que se olvidó de Ansu en favor de los veteranos, y la llegada de Koeman, que ha prometido oportunidades para los jóvenes, un clásico en el modelo holandés. Convocado por Luis Enrique para la Selección absoluta, esta debe ser la temporada de consolidación de Ansu, acaparador de récords de precocidad (ni ha cumplido los 18 años), que tendrá que pelearse por minutos con Trincao y Coutinho y Dembélé si es que los dos megamillonarios fichajes continúan en el Barça.

“Ansu es un futbolista con un mercado importante. Muchos clubes le quieren, pero no queremos venderle y él lo sabe”, aclaró la semana pasada Bartomeu en Barça TV. La incertidumbre, sin embargo, permanece estos días. Se hace realmente extraño que el anuncio de una mejora de contrato que sólo parecía pendiente de los tiempos y del inicio del curso todavía no esté resuelta. Ramon Planes, nueva cabeza visible de la secretaría técnica, estuvo también firme: “Si decimos que tenemos un proyecto de juventud, de promoción del talento interno, en nuestra cabeza no entra la posibilidad de escuchar ofertas por este tipo de jugadores”. Pero esas declaraciones tienen que ser ratificadas con una firma. Mientras tanto, el Barça está en guardia con Ansu.

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