Tras pedir la dimisión de Anil, el club les sacará de su sede en Mestalla
Peter Lim encuentra cada vez más detractores y frentes abiertos en Valencia. El último capítulo de crispación social tiene a la Agrupació de Penyes de protagonista (357 peñas), mientras que un hito ocupa y preocupa a la Generalitat y Ayuntamiento: el incumplimiento de los plazos de construcción del estadio, tema que ha dejado de ser tabú para los políticos ahora que muchos aficionados exigen a Lim hechos.
La obra, paralizada desde 2009, debería estar acabada en 2021 según dicta la ATE. Pero Meriton sigue sin financiación (su plan, como el de sus antecesores, pasa por la venta de Mestalla). Ayer Anil Murthy solicitó a Ximo Puig una prórroga de la ATE, moratoria que Joan Ribó pone en cuarentena. “Se tiene que construir sí o sí”, enfatizó el alcalde, que recibe hoy a Anil.
Los ecos del adiós de Mateu Alemany y Marcelino aún resuenan por Mestalla y la descomposición del equipo que fuera campeón (Parejo, Coquelin, Garay, Rodrigo y/o Ferran) ha dado pie este verano a movilizaciones sociales. La pandemia silenció Mestalla pero las redes dieron vida a grupos como ‘Espíritu del 86’ o ‘Salvem Nostre Valencia CF’, plataformas que pasaron del mundo virtual al real con dos manifestaciones en agosto. Dichos colectivos gritan ‘Lim go home’ y a su vez tratan de aglutinar un 5% del capital social (180.000 acciones) para forzar una Junta Extraordinaria o, al menos, un 1% para impugnar las cuentas del club. Entre medias, el ex consejero, Antonio Sesé, asesorado por Miguel
Peñas