En su último duelo cayó con el City en las semis de 2016
Manuel Pellegrini vuelve a medirse al Real Madrid este sábado y lo hace tras llegar al Betis como el gran fichaje del verano, destinado a posibilitar un salto cualitativo que lleva años sin asomarse en Heliópolis. Hay cuentas pendientes entre el técnico chileno y el club blanco. Pero también una historia de desamor tras esa Liga 2009-2010 en la que Pellegrini impulsó a los blancos hasta los 96 puntos sin lograr levantar el título. Fue un récord sin premio y eso costó su adiós. Antes había impulsado el crecimiento del Villarreal y después haría lo propio en Málaga. Precisamente con el conjunto costasoleño firmó el único triunfo ante los blancos logrado desde que se marchara.
Pellegrini sólo venció al Real Madrid en tres duelos de los 19 en los que se enfrentó. Hay una venganza sobre la mesa para mañana, aunque las cuentas de Pellegrini también miran de reojo a aquel curso en el que batió numerosos registros con el Real Madrid antes de marcharse. Años más tarde, a los mandos del Manchester City, el Real Madrid lo dejó fuera de una final de Champions League en 2016. Su equipo no fue capaz de materializar ni un tanto en esa eliminatoria (0-0 y 1-0).
El técnico chileno ha dado una vuelta de tuerca al equipo verdiblanco desde que llegó. Sin apenas fichajes y sin que el Betis invierta ni un euro en sus refuerzos, trata de encontrar un salto cualitativo en el plantel que el pasado curso no supo pasar del decimoquinto puesto en LaLiga. Una historia muy alejada de aquellos 310 millones de euros que invirtió el Real Madrid en su proyecto hace once años y que se saldó sin títulos. Su adiós fue casi obligado. De poco sirvieron los méritos en forma de récords con fecha de caducidad. Hoy, con Canales y Fekir a la cabeza de un plantel repleto de talento y ahora quizás también de esperanza, Pellegrini traza un nuevo camino que se topa con el club que minimizó sus méritos. Su particular revancha puede tener un escenario de cierta esperanza para él. Su equipo tiene más ritmo de competición en las piernas y ya refleja sobre el césped las intenciones tácticas de un entrenador que quiere volver a demostrar su carisma en LaLiga. En su regreso, el Ingeniero quiere su particular revancha.
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