De Tomás, en el punto de partida
El ariete enlaza doce partidos sin marcar y está pendiente del mercado, como cuando dejó el Benfica por Cornellà
En Portugal no he estado bien, he perdido parte de mi esencia, pero con sólo un día de estar aquí ya he recuperado todo lo que había perdido en seis meses”. En su presentación como jugador del Espanyol, el pasado 9 de enero, Raúl de Tomás daba una de las claves de su rendimiento. Encontrar su hábitat. No lo había conseguido en el Benfica, pero sí de entrada en un Espanyol que le generó el entorno más adecuado para que pudiera volver a explotar su especialidad: marcar goles. Hoy todo vuelve al punto de partida, incluso en el sentido de que en cualquier momento puede aparecer una oferta que precipite un nuevo giro profesional.
Ocho meses después de su aterrizaje, RdT parece haber extraviado de nuevo la esencia. Esa que le llevó a contar por goles sus cinco primeros encuentros con la camiseta del Espanyol. A razón de uno cada 77 minutos. A colmar su autoestima y a devolver la fe a un conjunto perico que se amoldaba a su juego, a su calidad. Pero todo se detuvo ante el
Lastrado En el origen de su sequía está una tendinitis en la rodilla izquierda
Mallorca, un 9 de febrero. Llegaron las molestias y reaparecieron las dudas. La pandemia acabó de romper el hechizo. No volvió a marcar De Tomás en la reanudación, aquejado de una interminable tendinitis en la rodilla izquierda que es causa de muchos de sus problemas (de gol y de mercado), como tampoco por ahora en el estreno del Espanyol en Segunda.
Ni contra el Albacete ni en el reencuentro con el Mallorca vio puerta, demasiado lejos del área y sin tejer sociedades. Lo defendió Vicente Moreno en la sala de prensa, como no podía ser de otra manera. No en vano, el Espanyol sí confía ciegamente en él, salvo que una irresistible oferta para todas las partes indique lo contrario.
Lo cierto es que Raúl de Tomás, que le ha costado 22,5 millones al Espanyol y que aspiraba a disputar la Eurocopa antes de su bajón, acumula la friolera de 12 partidos, 875 minutos, sin anotar un solo gol. Está a tiempo lógicamente de recuperar su mejor nivel. Y de golear, su estatus natural. La gran incógnita es si lo hará en el Espanyol. Si recibirá alguna oferta satisfactoria para todos. Si recuperará su “esencia”.