Ayer se cumplió un mes del anuncio de su voluntad de irse
cosas que nunca se van a olvidar, todos los días juntos. Va a ser raro verte con otra camiseta y mucho más enfrentarnos. Te merecías que te despidan como lo que sos: uno de los jugadores más importantes de la historia del club, consiguiendo cosas importantes tanto en lo grupal como individualmente. Y no que te echen como lo hicieron. Pero la verdad es que a estas alturas ya no me sorprende nada. Te deseo todo lo mejor en este nuevo desafío. Te quiero mucho, los quiero mucho. Hasta pronto, amigo”. Messi encontró complicidad en su amigo Neymar, que hace poco fue condenado a pagar 6,7 millones al club azulgrana. “Es increíble cómo hacen las cosas”, dijo el brasileño.
Otro incendio a dos días de empezar LaLiga. Una mala noticia para el Barça que no ha gustado nada en el vestuario después de un mes turbulento que inauguró Messi con su ya legendario burofax y que continuó con el anuncio de recogida de firmas para el voto de censura, la convocatoria de elecciones para los días 20-21 de marzo o la denuncia de Quique Setién. Eso, sin contar la reelección de Messi como capitán pese a su frialdad con Koeman y su alejamiento del vestuario y las marchas sagradas de Rakitic, Vidal o Luis Suárez. Todo, amenizado con un terremoto institucional por las 20.687 firmas que anticiparán, salvo sorpresa en la validación, el periodo electoral. Veterano, Messi sabe que sus mensajes generan un sobresalto en la entidad. Siempre destacó por controlar los daños de lo que decía. Veremos hasta cuándo.
Burofax