Su técnico le dijo que rodara a 53 km/h de media: hizo 52,978
Italia tomó el testigo de Suiza para organizar y salvar un Mundial marcado por el coronavirus y ayer obtuvo la recompensa. Filippo Ganna, el nuevo talento de la contrarreloj, honró al templo de la velocidad de su país, el Circuito Enzo y Dino Ferrari de Imola que acoge la cita, haciendo sonar el himno italiano como el primer campeón del mundo transalpino de la historia en esta especialidad. Un resultado que estuvo lejos de ser una sorpresa, ya que este rodador imponente de 1,93 de altura, bronce en 2019, era el favorito por exhibiciones recientes como la de la crono de la pasada Tirreno y por su enorme historial en pista, que le ha reportado cuatro oros y una postura en la cabra depuradísima.
Más noticia, aunque igual de previsible tras su enorme actuación en el Tour de Francia, fue la plata del versátil Van Aert (a 26”), que aunque parecía más favorito para la prueba de fondo de mañana que para la de ayer, ya había avisado de que no dejaría escapar esta oportunidad. El suizo Stefan Kung, a 29”, fue bronce.
Pero ninguno se acercó a los registros de un Filippo Ganna que, a sus 24 años, fue un rodillo desde el principio. El ciclista del Ineos dominaba con mano
Milimétrico
de hierro en el punto intermedio, en el kilómetro 14 de los 32 de los que constaba un recorrido para especialistas puros. Por allí aún mantenían opciones el hasta ayer arcoíris, Rohan Dennis, y Geraint Thomas, que se quedaron a las puertas del podio. Los Jumbo, Van Aert y Dumoulin, daban por entonces sensaciones diferentes: mientras el belga iba de menos a más, el neerlandés no parecía disfrutar (con algún susto de caída incluido) con el aliento del propio Ganna en el cogote, cerca de doblarle.
La entrada de Ganna en el circuito de Imola fue como la de un bólido perfectamente ajustado para su objetivo. Si su seleccionador, Davide Cassani, le dijo en la previa que esta crono la ganaría si rodaba a 53 km/h de media, su pupilo marcó 52,978 km/h. “Estoy feliz de ganar en Italia, intenté mentalizarme estos días previos y no notar la presión”, afirmó este corredor que ya lució cuatro arcoíris en el velódromo y ahora lo estrenará en carretera.
En el podio le acompañó un Van Aert que ganó la plata en su primera participación mundialista y nadie le descarta para repetir o mejorar mañana en el fondo, y el suizo Stefan Küng, al que le sentó bien retirarse unos días antes del Tour para repetir el bronce que logró en 2019, pero en la ruta. Pello Bilbao, 26º a 2:36, deberá tener más relevancia en la carrera de fondo de mañana