Griezmann un enero fantástico
El francés, además de marcar cinco goles y dar cuatro asistencias, tiene cada vez más peso en el juego culé
Juntos”. La frase con la que Griezmann ilustró el domingo, en su cuenta de twitter, la foto de todos los jugadores del Barça celebrando la acción de uno de los goles ante el Athletic, tenía mucho significado. Especialmente, porque el jugador que se escondía en esa imagen era Leo Messi, a quien la plantilla respaldó después de un domingo difícil, y con quien se saludó cariñosamente luego, en un aparte, después del 2-1. Un gol, por cierto, construido en 40 segundos y 13 pases en los que colaboraron todos los jugadores del Barça excepto Umtiti, Sergi Roberto... y Messi. “Vaya preguntita...”, le soltó Griezmann al periodista cuando le cuestionó sobre si creía que Messi ganaba demasiado. “Lo que queremos es que esté con nosotros aquí mucho tiempo; es una leyenda”.
A Griezmann le va mejor. Ha firmado un enero fantástico, con cinco goles y cuatro asistencias. Especialmente reconfortante para el Barça ha sido su conexión con Messi, al que encontró en San Mamés y el pasado miércoles en Vallecas. Ambos jugadores se asocian con mucha más frecuencia en el campo; y es fácil recordar cómo Griezmann pedía tiempo el año pasado para encontrar automatismos que ahora empiezan a darle ciertos réditos al Barça. El paso adelante de Griezmann en los últimos partidos es evidente. Lleva diez goles y seis asistencias en 28 partidos oficiales esta temporada, en la que ya pasa los 2.100 minutos porque, y ese es otro dato importante, no sufre lesiones. Fundamental en un equipo con una plantilla tan corta.
Griezmann ha repuntado en una temporada que volvía a pintar complicada para él. La posibilidad de que Messi se marchase del Barça le había abierto un escenario en el que Koeman parecía dispuesto a darle galones y colocarle en su posición preferida de segundo delantero. La continuidad del argentino cambió el plan. Griezmann empezó por la derecha; y también como delantero en partidos como el de Turín. Pero por el buen ecosistema táctico del equipo ha terminado en la izquierda. Lejos, sin embargo, de volverse a alejar del juego como con Valverde y Setién, ha logrado ser mucho más participativo. Alguna tecla ha sabido tocar bien Koeman o el mismo jugador francés. Transmite mejores sensaciones en el campo y ha firmado un enero fantástico. El Barça necesita incluso más de él; y el jugador también se exige. “Puedo hacerlo mejor”.
Conexión Su química con Messi funciona, pero él pide más: “Puedo ser mejor”