La pared maldita del Villarreal

Este es el campo de la pared. Aquella pared que le cayó a Palermo. Una pared que le cantaba Bambino y que “separaba tu vida y la mía”. Esa pared con la que se choca el Villarreal desde hace mucho tiempo. Esa maldita pared que está castigando al equipo amarillo y que le impide llegar a su ansiado objetivo. El proyecto de los Roig lleva tiempo rondando una soñada final en Europa, en la Copa... desde aquel penalti de Riquelme.

Por unas cosas u otras, el equipo no da ese paso definitivo, siempre se estrella contra una pared. Y eso pasó con el Levante, en un partido al que llegaron mermados del gol, algo que les mató. El equipo compitió, se olvidó de los problemas, de las ausencias, y puso todo para ganar. Pero falló en el gol, con Paco Alcácer sin rodaje, sin Gerard Moreno y sin nadie que hiciera de Gerard. Sin él todo es más complicado. Nada se le puede reprochar a los amarillos, que merecieron tirar esa pared a tierra de una vez. Pero parece que el fútbol tiene decidido que al Villarreal le costará la gloria llegar a romperla. Nadie se lo va a poner fácil. Aunque dentro de lo malo, lo que deben pensar la gente del Villarreal es que el club tiene un plan, el técnico tiene un objetivo y los jugadores una espina clavada. Y este es un proyecto que antes o después va a tirar esa pared, vaya que la va a tirar, ya lo verán.