AS (Valladolid)

Derrota con honor

- NACHO ALBARRÁN

No pudo ser. Garbiñe Muguruza jugó uno de sus mejores encuentros de los últimos tiempos, ante una de las mejores jugadoras del mundo, sino la mejor, y remó con todo su alma para morir en la orilla. Naomi Osaka levantó dos puntos de partido con 5-3 en el tercer set y con un parcial de 4-0 acabó con las ilusiones de la española, que fue finalista del Open de Australia el año pasado y en 2021 queda eliminada en octavos. El primer duelo entre ambas, una final anticipada de campeonas de Grand Slams y ex números uno, resultó ser un partidazo y poco se le puede reprochar a Garbiñe, que tuvo momentos de un tenis fantástico, porque lo que ocurrió fue principalm­ente mérito de su rival (40 golpes ganadores, 11 de saque directo), que se negó a hincar la rodilla y venció por 4-6, 6-4 y 7-5 en una hora y 55 minutos.

“La diferencia ha sido un punto que ella ha hecho bien, un saque... Ha sido un gran partido, pero decepciona­nte porque nunca es agradable perder teniendo bolas para ganarlo con 5-3. Todo se decidió por pequeños detalles. Creo que estoy en el camino correcto... Decepciona­da porque ha sido una derrota dura, pero también emocionada por cómo me siento en la pista, por cómo va mi tenis. Ha sido un buen torneo en general y estoy satisfecha con mis actuacione­s. Osaka es muy fuerte, como sus golpes y su servicio. Al final estás jugando contra las mejores y si lo haces bien, puedes ganar a cualquiera. Estuve ahí y se me escapó. He perdido un partido con dos match points y eso duele, pero vengo de jugar muchos partidos muy buenos y eso es lo que me voy a llevar”, explicaba Garbiñe.

Muguruza arrancó fría, de hecho, empezó el partido con una sudadera que se quitó en el primer descanso. Nunca se había enfrentado a Osaka y quizá se sorprendió con la velocidad que le imprime la nipona a la bola. Recuperó enseguida un break en contra, rompió de nuevo y sacó de lujo para apuntarse el primer set. Sensaciona­l. La buena racha de la caraqueña continuó, no se achantaba por nada Garbiñe y Osaka parecía perder la paciencia, pero su rostro imperturba­ble escondía una reacción de campeona. A Muguruza le tocaba aguantar la furia japonesa, agarrarse a la cancha con solidez y defender. Osaka minimizó fallos, apretó mucho al resto e igualó el encuentro con un resto tremendo.

Clave. Garbiñe pudo cerrar el triunfo con un 15-40 en el 5-3 y luego con el saque, pero Osaka se trabajó tres opciones de break e igualó. Cuando más falta le hacía la campeona de 2019 sacó lo mejor de su repertorio y con un parcial de 4-0 aniquiló a la española. Una pena porque su gran partido se quedó sin premio. “Ha sido muy duro, me ha intimidado un poco y estaba siendo superior”, reconoció la ganadora, que encadena 18 victorias, y se enfrentará en cuartos a SuWei-Hsieh, sorprenden­te taiwanesa de 35 años y 71º del ranking, quien superó a la checa Vondrousov­a (6-4 y 6-2) para llegar más lejos que nunca.

Entrega Garbiñe remó con el alma para morir en la orilla

Igualado “Ha sido una derrota dura, estuve ahí y se me escapó”

 ??  ?? Naomi Osaka y Garbiñe Muguruza se saludan tras el triunfo de la jugadora japonesa en el partido de octavos de final del Open de Australia que enfrentó a ambas.
Naomi Osaka y Garbiñe Muguruza se saludan tras el triunfo de la jugadora japonesa en el partido de octavos de final del Open de Australia que enfrentó a ambas.

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