Una España refrescante
Un tiro libre de Fran Guerra le da una victoria meritoria a la Selección en Polonia, en una afirmación del plan Scariolo
El seleccionador siempre espera a este tipo de jugadores al final de los partidos, cuando empeoran sus porcentajes. La frialdad del italiano le ha dado grandes y mediáticos éxitos a la Selección, pero se agradece que también trabaje los pequeños detalles en estos partidos de entreguerras. Sin público,
GRUPO A sin audiencia, sin repercusión. Pero que permiten dar primeros pasos hacia un nuevo objetivo y que fortalecen su credibilidad en un vestuario. Hace tiempo que Scariolo mutó a maestro.
Fue una España refrescante y quedó claro que la burbuja de Valencia fue el final de una transición. En la Fonteta, la Selección cerró su pase al Eurobasket. Pero cubrir ese objetivo de mínimos trasladó cierta sensación de agotamiento. Había que agitar la coctelera y Scariolo lo ha hecho con una lista que ha conseguido una España refrescante que se puso el traje de faena desde el principio. Resultó divertida verla. Porque, además, esta Polonia es un equipo de entidad que contaba con la mayoría de las piezas que le permitieron ser cuartofinalista en el Mundial. Y que quería cumplir en casa. Pero esta España con jugadores menos grandes pero de carga más ligera detectó bien las claves del partido y, sobre todo, disfrutó compitiendo. Fue magnífico ver a López-Arostegui dar un paso más en su consolidación; a Bassas con su experiencia. Y, especialmente, al indomable Brizuela. El único jugador que había amenazado al Barça en la Copa también hizo el triple que debió decidir el partido (85-88). Para darle emoción, había que ponerle un poco de Guerra (88-89, tiro libre final). Gran España en Polonia.