El Madrid va a un tiroteo
La Atalanta ha marcado tres o más goles en casi la mitad de sus partidos del curso ● El equipo blanco sigue en precario: jugarán los de Zorrilla
Ala Atalanta le cabe el dudoso honor de ser el equipo italiano que ha pasado más tiempo en la Serie A (59 años) sin ganar un scudetto, pero está en el momento de su vida. Hace dos temporadas acabó tercero, su mejor clasificación histórica, y repitió puesto en la pasada, en la que rozó los cien goles (98 firmó), barrera infranqueada en los últimos setenta años del calcio. Así que el Madrid está citado a un tiroteo en tiempos de escasez de munición. Conforme se acerca al área va perdiendo facultades. En esta Champions es segundo en acierto en el pase, tercero en posesión, quinto en tiros y duodécimo en goles. La puerta contraria le desmaya, pero este es su torneo y lleva cuatro victorias seguidas en Liga.
En su contra hay que apuntar, además, que nada ha cambiado de Valladolid aquí. No ha recuperado a ninguno de sus nueve lesionados (Carvajal, Odriozola, Ramos, Militao, Marcelo, Valverde, Hazard, Benzema y Rodrygo) y vuelve a disimular su drama con seis jugadores del filial (Altube, Chust, Gutiérrez, Arribas, Blanco y Hugo
Duro). Los pavones casi superan ya a los zidanes. Así que el plan es ganar tiempo, sobrevivir al punto de locura de la Atalanta y recomponer el equipo dentro de tres semanas con los principales. Sólo quedan sanos diez jugadores de campo, los que jugaron en Zorrilla de salida más Isco. Los últimos minutos del malagueño fueron los más potables en tiempo y podría quitarle la plaza a Vinicius, empequeñecido tras su generosa ración de banquillo, aunque no parece probable. El resto consiste en poner lo que hay.
La Atalanta tiene más peligro que palmarés. Se estrenó en una Champions la pasada campaña y se plantó en la burbuja lisboeta de cuartos. Allí, el
PSG le remontó con dos goles en el descuento. En esta pasó la primera fase ganando todos los partidos a domicilio y ninguno en casa. En Bérgamo recibió un 0-5 del Liverpool y en Anfield ganó 0-2. Esta montaña rusa hizo pedazos al Valencia el curso pasado.
El patrón del despegue es Gian Piero Gasperini, que con nueve años ya estaba en el infantil de la Juventus y como recogepelotas del club. Ascendió casi todos los pisos, pero no llegó al ático. Once partidos disputó de bianconero antes de emprender un largo recorrido por un buen número de equipos modestos. Al concluir su carrera comenzó a dirigir en las categorías inferiores de la Juve sin la