La baraja del 800
De Arriba, García y Sánchez-Valladares forman una ilusionante terna en una de las pruebas más exigentes del Europeo
La ausencia del británico Elliot Giles, máximo favorito merced a lograr este año la segunda mejor marca de la historia, no rebaja el tremendo nivel en una guerra entre 36 participantes de los que tres son españoles y llegan para luchar por las medallas en los Campeonatos de Europa de Torun.
Por qué no soñar con los tres en la final Y si es en el podio ya sería brutal. Es un sueño, pero nunca se sabe, aunque me conformaría con los tres peleando en la final”, asegura Pablo Sánchez-Valladares, uno de los integrantes de la terna de españoles en el 800 de los Europeos de Torun. El madrileño de 23 años demuestra la confianza y, de paso, el buen rollo que se desprende entre los tres, algo de lo que fue testigo AS un día antes del debut. ¿Otra prueba? “La medalla ya la tenemos, es el trabajo de los tres juntos para preparar el Europeo. Son muy buenos compañeros”, afirma Mariano García.
El triplete lo completa Álvaro de Arriba, vigente campeón continental indoor, que avisa de la dificultad: “El equipo español es fuerte, pero el nivel de este 800 es altísimo tanto que por las marcas puede que estemos ante la prueba más dura del Europeo. Es cierto que falta Elliot Giles, pero el resto, entre los que hay medallistas europeos y mundiales, viene en gran estado de forma. La pista cubierta suele dar sorpresas porque son carreras tácticas y habrá que estar muy pendiente”. Aviso a los muy optimistas que no esconde que en su cabeza se ve con el cuello decorado: “Siempre apuesto por mí y diré que voy a conseguir medalla”.
De la boca de los tres sale cómo llegan individualmente: “Estoy en buena forma”. También coinciden en aplaudir la forma de clasificarse en cada eliminatoria: los tres primeros en cada serie de la ronda inicial y los dos mejores de cada una de las tres semifinales. Sin tiempos. “Hace más interesante la competición”, afirma Sánchez-Valladares. “Personalmente me parece más justa, son enfrentamientos cara a cara y no influye tanto estar en una serie o en otra. La igualdad es para todos así y es lo ideal”, corroboran De Arriba y García.
Antes de cada carrera tendrán que pasar por la cámara de llamadas. ¿Qué hace cada uno? Ahí sí hay diferencias. “Suelo estar con las piernas estiradas y si puedo me tumbo en el suelo con ellas en alto. Cierro los ojos, intento mantener la respiración tranquila y me relajo lo más posible”, detalla Álvaro. Mariano y Pablo no comparten relajación. “Yo soy todo lo contrario. Lo único serio que hago es ponerme los clavos. Es mi forma de quitarme los nervios. Me río diez minutos y me pongo serio los dos”, dice García. Opción similar a la de Sánchez-Valladares: “Soy más como Mariano. Suelo ser uno de los de las bromas. Todo buen rollo y hasta que no entro a pista no estoy al 100% concentrado”.
De Arriba ya sabe lo que es ser campeón y eso le hace ver las cosas con perspectiva: “El oro de Glasgow me relajó, la presión es la que me pongo yo. No tengo runrún de presión externa, ahora voy con la tranquilidad de pensar que si no sale bien no pasa nada. Con la experiencia del camino aprendes a darle más importancia a las victorias y no tanta a las derrotas, aunque realmente estar en un Campeonato de Europa ya es un triunfo”. Ese éxito podría verse reflejado también en medallas, pero todos saben de la dificultad. “Es muy complicado vaticinar qué pasará en el 800. Te puedes quedar fuera en la primera eliminatoria. Ojalá Mariano y Pablo consigan un gran resultado, detrás del mío eso sí (se ríe). Todo lo que fuese estar los tres en la final sería un éxito rotundo”, concluye el campeón de España, especialista en manejar grandes eventos. Por su parte, García acaba haciendo honor a su apodo: “Yo arrancaré la moto desde la primera carrera. Siempre. Doy lo máximo de mí, ya sea un regional o un Europeo. Voy a fuego”.
Buen rollo “La medalla ya la tenemos, es el trabajo de los tres”, dice García
De Arriba “Los tres en la final sería un éxito rotundo, pero quiero medalla”