Varane primero, Ramos después
El club quiere cerrar el traspaso del francés, que no renovará, para abordar luego la situación del capitán
El Real Madrid tiene dos patatas calientes en el centro de la defensa: Varane y Ramos. Y ambas situaciones están conectadas, el futuro de uno condiciona al del otro, y viceversa. Pero hay un orden establecido: primero va Varane y luego Ramos. El club abordará primero la resolución del futuro del francés y luego, en función de cómo se haya solventado, se tomará una decisión en torno al capitán blanco.
Porque Varane tiene una oferta para renovar por el Madrid desde hace meses, con su contrato actual finalizando en junio de 2022. En un principio, no mostró especial interés en prolongar su contrato, y en las últimas semanas su entorno trasladó al Madrid una contraoferta que implicaría una fuerte subida de salario que no encaja con los planes del club, que ahora lo que está pidiendo son recortes salariales para capear el temporal económico derivado de la pandemia.
Bien es cierto que el Madrid lleva tiempo deslizando que este verano podrían salir jugadores importantes para financiar la renovación que necesita la plantilla. Y Varane es uno de ellos: en un contexto de escasez de centrales de primer nivel, cuenta con una dilatada experiencia (cuatro Champions y un Mundial con Francia), con 28 años recién cumplidos, y su valor según Transfermarkt es de 70 millones, una cantidad que el Madrid aceptaría gustoso.
Con la llegada de Alaba (pendiente de anuncio) y con Nacho y Militao, queda un sitio en el centro de la zaga. Si el Madrid vende a Varane pronto y a buen precio, la renovación de Ramos ganará enteros. Pero si el traspaso del francés se antoja imposible, al club no le quedará otro remedio que dejar que el capitán se marche a partir del 1 de julio.
Sin sitio Con Alaba, Militao y Nacho, sólo cabe uno de los dos en la 2021-22