Fin de ciclo en el Eibar tras un sueño de siete años en Primera
Descenso con Ipurua despoblado
EI Eibar despertó el domingo del más bonito sueño que jamás le tocó protagonizar. Concluyeron siete años de estancia entre los grandes. Mantenerse cada temporada ahí era un verdadero milagro y todo el entorno se temía que tarde o temprano podría llegar el regreso a Segunda. La planificación de la plantilla y el rendimiento de los jugadores han sido factores claves en el descenso. Pero lo que más ha pesado es no poder contar con público en Ipurua. Los armeros fueron los primeros en jugar un partido a puerta cerrada, antes de que llegase la pandemia, por el derrumbe del vertedero de Zaldibar, sin saber aún que sería el presagio de una pesadilla que ha durado más de un año.
Tras el regreso de la competición después del confinamiento, ya se notó que a los azulgranas les faltaba su principal arma, las gargantas de sus seguidores, y pese a todo lograron salvarse en otra temporada casi milagrosa.
Pero ésta vez no ha podido ser. A falta de jugar en casa frente al Barcelona, el Eibar sólo ha sido capaz de ganar dos partidos en Ipurua, en enero contra el Granada y la reciente victoria frente al Alavés, con hat-trick de Kike García.
Dmitrovic, Kike García y Bryan Gil son los que se salvan de la quema. El extremo del Sevilla ha descendido a Segunda dos años consecutivos con dos equipos diferentes, Leganés y Eibar. Marcó el domingo tras una sequía que se prolongaba desde el 24 de enero.
La marcha del director deportivo, Fran Garagarza, da pistas sobre el ambiente que ha existido de puertas para dentro en el seno del club. Hombres como Dmitrovic o Kike no seguirán. Al segundo lo quiere el Levante. Mendilibar hablaba ya en pasado el domingo, síntoma de que se va.
Salidas Garagarza se va y todo el mundo cree que Mendilibar también