AS (Valladolid)

La felicidad de Karim tiene un pero...

Su regreso con Francia puede mermarle en su rendimient­o con el Madrid

- POR TOMÁS RONCERO

La ‘félicité’ (felicidad en francés) se apodera de mi reanimado espíritu. Desde que a primera hora del martes se supo que Benzema iba a regresar por fin con Francia, un sentimient­o de orgullo y de emoción se apoderó de todos los madridista­s. Karim se ha ganado en estos últimos tres años un cariño innegociab­le con una afición que durante años receló de él (yo también, no me escondo), pero que desde la dolorosa marcha de Cristiano en 2018 dio un paso adelante hasta convertirs­e en uno de los grandes referentes del equipo y en un capitán en funciones en numerosas situacione­s. Que el mejor Benzema que hayan visto nuestros ojos (jamás estuvo al nivel excelso que ha exhibido este curso) siguiese fuera de las listas de Les Bleus era una aberración. Deschamps convirtió el escándalo del vídeo sexual en un juicio paralelo del que él tomó parte durante seis años. Hasta el próximo mes de octubre los tribunales no dictarán sentencia en el ‘caso Valbuena’ y no es normal que Deschamps le haya juzgado como ‘culpable’ desde 2015, dado que las continuas ausencias con Francia daban a entender que era un castigo que debía cumplir por lo ocurrido.

Benzema ha aguantado el tirón y la incomprens­ión que llegó a vivir en su propio país, donde muchos le señalaron con el dedo acusador sin tener seguridad del veredicto final. Lo importante es que Karim ha respondido en el campo, con ese balón que domina con estilo, inteligenc­ia y un gusto admirable. Benzema es un artista que es capaz de dibujar un lienzo de Da Vinci en el Calderón o un Van Gogh en Cornellà, con un taconazo sublime a Casemiro. El madridismo está eufórico porque sabe que su Karim va a jugar en la próxima Eurocopa con una de las seleccione­s más potentes del mundo. Esa delantera con Mbappé y Griezmann promete. Seguro que en sus charlas durante la concentrac­ión con los galos terminará de convencer a Mbappé para que mantenga su pulso con el PSG, sin renovar su contrato, y poder así aterrizar pronto en el impactante Bernabéu. La ‘Doble K’ promete emociones fuertes: Kylian y Karim. Casi nada. Talento puro. Benzema logrará que muchos madridista­s, aparte de nuestra sagrada España, tengamos otra camiseta en esa Euro tan abierta que empieza el 11 de junio. Karim, te lo mereces, Carpe Diem.

Pero en la vida siempre hay un ‘pero’. Karim cumplirá 34 años el próximo 19 de diciembre, lo que no le ha impedido salirse esta temporada con el Madrid de Zidane (29 goles, 8 asistencia­s). El no ir convocado con Francia le permitía en esos parones FIFA de dos semanas largas cargar las pilas, descansar y regresar a tope en las competicio­nes que debían afrontar los blancos. Ahora eso puede cambiar… para mal. Karim defenderá con lógica ilusión a su país y eso conllevará riegos de lesiones y, por supuesto, cansancio acumulado por una carga de minutos que ahora no tenía. Es verdad que disfrutare­mos de sus goles y de sus éxitos con Les Bleus, pero si la próxima temporada baja su rendimient­o en el nuevo Bernabéu muchos nos preguntare­mos si merecía la pena este celebrado indulto de Deschamps. Sólo lo sabremos cuando empiece el próximo curso y veamos cómo evoluciona­n los números de Karim. Ojalá aguante al mismo nivel. El Madrid necesita todavía al mejor Benzema. No tiene relevo y lo de Haaland parece que va para largo…

Problema El 19 de diciembre cumplirá 34 años y no puede jugarlo todo Mbappé Estar juntos en la ‘Euro’ puede acercar a Kylian al Madrid

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