Gdansk, una ciudad a cara descubierta
La afición del Villarreal llegó ayer a Polonia, donde no hay obligación de llevar mascarilla ni distancia de seguridad
Los seguidores del Villarreal, la gran mayoría de la provincia de Castellón y de la Comunidad Valenciana, llegaron ayer a Gdansk con la ilusión por las nubes y con las ganas de vivir la primera gran final de su vida. Una sensación que será una novedad para todos ellos, que nunca pensaron que acabarían viviendo una experiencia de este calibre.
Pero si lo que les espera en el campo va a ser especial y diferente, puede que lo que se han encontrado en la ciudad les haya sorprendido mucho más. Y es que tras varios meses viviendo en una de las comunidades con más restricciones por COVID del país, y puede que de toda Europa, los seguidores españoles se encontraron con la nueva normalidad. De golpe se encontraron con casi otra realidad, con su vida del pasado.. Y es que al llegar se toparon con el primer gran impacto, el de ver a la gente sin mascarilla por las calles. Mientras la afición del Villarreal está obligada a llevar la suya, una FFP2 en todo momento, la gente en
Gdansk ya no la usa. Un cambio al que se suma la relajación que se ve y vive en las calles, muy diferente a lo que todavía se hace en España. En Gdansk se vive a un ritmo distinto al de Vila-real, que sigue con toque de queda y con medidas restrictivas bastante altas.
En la jornada de ayer se desplazaron casi la mitad de los 2.200 seguidores que estarán esta noche en la final. Hoy se sumarán otros mil, en un viaje de ida y vuelta en el mismo día. Cinco aviones salieron desde los aeropuertos de Castellón y de Valencia, lo que hizo a su vez que por un día ambos aeropuertos recuperaran cierta normalidad y cierto caos. Pero esa normalidad genera cierto respeto en las autoridades locales y sanitarias, que han pedido a los seguidores amarillos que hagan lo mismo que en casa, que sigan las mimas pautas que cumplen en su día a día en España. En resumen, les han pedido que no se dejen llevar por esa otra realidad que hay en Gdansk, la de ir sin mascarilla, la de no mantener la distancia social y la de agruparse en los bares. Y no será nada fácil después de tanto tiempo de restricciones.
Los 2.100 aficionados del Manchester United también comenzaron a llegar a Gdansk. La jornada transcurrió sin incidentes y con cordialidad entre las aficiones.
Desplazamiento El Submarino estará acompañado por 2.200 fans en el estadio