Clásico en la final europea del torneo júnior

■ Habrá final española en el torneo júnior de la Euroliga que se está celebrando en Valencia (11:00). El Real Madrid, ya sin Juan Núñez, se impuso al Estrella Roja (83-71) con 22 puntos del base esloveno Urban Klavzar y 18 del alero búlgaro Konstantin Kostadinov y del pívot senegalés, aunque con pasaporte español, Eli Ndiaye, que además capturó 16 rebotes. El conjunto madridista se medirá en la final con el Barça que ganó al Mega Belgrado 79-77.

Necesitaba una victoria así el Barça para pasar página, para cerrar el doloroso capítulo de la derrota en la Final Four y eliminar al Joventut de la lucha por la Liga. Los de Jasikevicius volvieron a encontrarse con su mejor versión, la que permite muy poco a su rival en ataque y le arrolla en defensa, la que brilla por fuera y domina por dentro. No dieron margen a ninguna sorpresa de la Penya, que aguantó el tipo durante 20 minutos, pero sucumbió en un tercer cuarto casi perfecto del Barça. Volvió Calathes, y eso lo agradecieron mucho tanto Kuric como Pau Gasol, que batió un récord: fue el más rápido en llegar a 22 de valoración (11:56 en pista).

Ha repetido en muchas ocasiones Jasikevicius que, en el tramo decisivo de la temporada, es tan importante la cabeza como el baloncesto. Y en el tercer partido de la serie el Barça salió con la mentalidad adecuada, la intensidad requerida y la claridad de ideas necesaria para superar a su rival. Acertaron de tres, pero sobre todo dominaron por dentro. Con Calathes en pista, aún no al cien por cien, el Barça sumó esos puntos fáciles que tanto echó de menos. Unos puntos que anotó Pau. El buen inicio local no eclipsó, sin embargo, el gran trabajo del Joventut. Siempre dentro del partido, mucho mejor en ataque que en defensa, con Brodziansky de estilete y Tomic de faro.

Sentencia. Pero poco a poco, paso a paso, el Barça fue decantando el partido. Los de Jasikevicius encontraron los huecos de la defensa zonal del Joventut y la destrozaron a base de triples. Kuric, con un seis de seis, se benefició muchísimo de la vuelta de Nick Calathes y, en general, el Barça dio su mejor versión. Fue un vendaval imposible de frenar, tanto en ataque como en defensa. 37 puntos en un solo cuarto, que pudieron ser más porque dispusieron los azulgranas de mucho espacio para tirar.

La Penya no le perdió la cara a un partido que ya no podía ganar, maquillando un resultado que pudo ser más abultado. Jasikevicius, al final, dio descanso a sus titulares.

Tercer cuarto Los azulgranas anotaron 37 puntos, que incluso pudieron ser más