Joseja Hombrados
Con 49 años cumplidos, José Javier Hombrados anuncia su retirada. Del Atlético de Madrid al Guadalajara han sido 30 de profesional y el Mundial de 2005 de hito.
y acababas agotado porque ya estás en una edad que un año cuenta por tres. Siempre había un clic que me decía ‘sigue’ pero ahora no ha existido ese clic. Llegar a los cincuenta qué importa; de lo que se trata es de disfrutar a la edad que tengas.
—¿Cuando jugó en Granollers ya sabía que era su último partido?
—Prácticamente, sí. No quería poner el ojo mediático en mi adiós aunque fuese un partido intrascendente. Lo que me duele es dejar al equipo de la B, descendido. Por un momento era el reto de seguir para devolverle a la Asobal, pero voy a ser sincero, aunque la gente dijese que seguía siendo útil, yo notaba que el equipo necesitaba algo más, y ya no era capaz de darlo.
—-¿Está contento con su carrera?
—Soy un privilegiado. Si alguien me hubiese dibujado esta carrera cuando empezaba seguro que no la hubiese hecho tan completa.
—También habrá tenido malos momentos.
—Una carrera deportiva está plagada de altibajos, claro. Por ejemplo a los cuarenta años, en el Atlético de Madrid, sufrí una rotura de ligamentos cruzados. Pensé que era el fin, y lo hubiese sido de no haber tenido un entrenador como Talant Dujshebaev, que es un hermano, por sus ánimos, por sus consejos de tantos años. Siempre me ha animado a seguir, por eso esta vez no le llamé, porque sabía qué me iba a comentar. Mi otro hermano es más joven que yo, pero en mi casa siempre actuó de mayor, del responsable de los dos.
Crucial Gracias a Dujshebaev superé una rotura de cruzados a los 40 años”
—¿Cuál ha sido su virtud para mantenerse tantos años en activo entre los mejores?
—Sinceramente, además de la suerte, el amor por el balonmano por encima de todo, y luego la alegría y el optimismo con que me he enfrentado al trabajo de todos estos años, treinta de profesional nada menos.