Tokio adelante
El COI desmiente la cancelación Bach se reúne con los comités nacionales: “Habrá Juegos”
Samaranch
“Hay planes para cualquier eventualidad frente a la pandemia”
El olimpismo cerró ayer filas para lanzar un mensaje rotundo: “Habrá Juegos en Tokio en 2021”. The Times, basándose en la información ofrecida por un alto cargo del Gobierno de Japón al que no identificó, publicó en la noche del jueves que el Ejecutivo nipón daba por hecho que el evento, ya pospuesto un año (previsto del 23 de julio al 8 de agosto), se cancelará debido al coronavirus. “Nadie quiere ser el primero en decirlo, pero existe un consenso acerca de que es demasiado difícil (llevarlos a cabo)”, exponía la fuente del periódico británico, que avisaba de que Tokio pediría celebrarlos en 2032, tras París 2024 y Los Ángeles 2028.
La información, que no aportaba más datos, produjo un movimiento sísmico en Tokio y en Lausana, sede del
Comité Olímpico Internacional (COI). Primero reaccionó el primer ministro nipón, Yoshihide Suga. “Estoy decidido a organizar unos Juegos seguros”, dijo en el parlamento. Después, llegó el comunicado oficial del Gobierno japonés, en el que calificó de “totalmente falsa” la noticia de The
Times. Y otro del COI en el que se remitía a la nota de su socio nipón, y en la que se advierte que se implementarán “todas las medidas posibles contra la COVID-19”.
“La preparación de los Juegos sigue su curso, con todo tipo de programas para poder hacer frente a cualquier eventualidad en el desarrollo de la pandemia. Todos estamos comprometidos en inaugurar los Juegos a finales de julio”, refrendó a AS Juan Antonio Samaranch, uno de los miembros del COI más próximos al presidente, Thomas Bach.
Por la tarde, en una reunión anteriormente programada de Bach con todos los comités olímpicos nacionales, y en la que estuvo presente el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, el alemán fue rotundo en su mensaje de que la cita sigue adelante. “Abriremos los Juegos el 23 de julio”, les tranquilizó. De momento, ya se ha remitido a los países (ver el cuadro de al lado) varias directrices para ir organizando la logística.
El COI quiere salvar los Juegos a toda costa. Por varias razones. Una, porque sería un desastre para deportes minoritarios ocho años de sequía. En el caso de España, Tokio podían ser los últimos para una generación de oro (Nadal, Pau Gasol, Lydia Valentín, Javi Gómez Noya, Saúl Craviotto, Mireia Belmonte...). Otra razón es la económica. Las finanzas del COI y de las federaciones internacionales dependen en gran parte de los derechos de televisión. NBC pagó 4.500 millones de euros por el ciclo 20142020 y Discovery desembolsó 1.300 para distribuir en Europa los de 2018-2024. Contratos que habría que renegociar. Además, cancelar Tokio pondría en peligro los de Invierno de Pekín 2022. Y está la razón vital. La de ofrecer una esperanza, un horizonte, a deportes que han sido incapaces de reanudar sus competiciones internacionales.
Dudas. Pero pese al claro desmentido de Japón, las dudas se acrecientan. Tokio ha vuelto al estado de alarma, un 80% de los ciudadanos preferirían que no se celebraran los Juegos según recientes encuestas, existe un riesgo de extensión de la pandemia difícil de justificar y los ingresos sin público menguarían en unos Juegos que ya cargan con 2.200 millones de euros de sobrecoste por el aplazamiento.