Palmeiras, agónico rey de Sudamérica
El equipo comandado por Abel Ferreira ganó la final brasileña ante el Santos con un gol en el añadido
EI Palmeiras es el nuevo campeón de América. El club de São Paulo, comandado por el joven y virtuoso entrenador portugués Abel Ferreira, venció en la final brasileña de la Copa Libertadores ante su rival, el Santos, con un gol en el 99’ de Breno Lopes, un héroe improbable, casi un desconocido, que ahora tendrá su nombre escrito en los libros de historia del fútbol sudamericano.
Fue una final con más nerviosismo y ansiedad que fútbol. Ambos equipos fueron incapaces de emprender sus ideas y lo que se vio fue un encuentro sin ritmo y con tan sólo dos tiros a portería en 90 minutos. Un partido de ping-pong con mucha brusquedad, donde nadie logró controlar la posesión.
Quizá influyó algo el calor infernal del verano carioca, casi 40ºC. La idea era que existirían dos paradas técnicas para rehidratación, pero el árbitro Patricio Loustau, inexplicablemente optó por no interrumpir el partido en ningún momento.
Palmeiras volvió más enchufado tras el descanso y empezó el acoso al Santos, que se encerró atrás y pasó a apostar por el juego de pases largos, explotando la velocidad de Marinho en el contragolpe. Y el primer tiro a la portería del partido salió en el 76’, con una patada potente de Pituca desde la frontal del área que Weverton rechazó.
El partido siguió tenso, sin oportunidades. Hasta que, en el 99’, cuando el encuentro parecía que iría a la prórroga, Rony arrancó por la banda derecha y centró al segundo palo. Milimétricamente en la cabeza de Breno Lopes, un suplente medio desconocido, que había llegado en noviembre desde el Juventude, de la Segunda División. El delantero, que entró en el 85’, subió más alto que Pará y remató perfecto, a la escuadra, en el contrapié de John. Fiesta del Palmeiras, bicampeón de América.