“Estamos jodidos, pero nos vamos a levantar”
■ Ronald Koeman se encontró al final del partido un vestuario totalmente hundido donde la resignación y la impotencia reinaban a sus anchas. Los rostros desencajados de los jugadores confirmaban el reconocimiento de que a día de hoy al equipo no le alcanza para las grandes exigencias del año. El propio técnico asumió durante la rueda de prensa posterior a la derrota que eran “un equipo en crecimiento”, al que le “faltan muchas cosas” y que debe “reforzarse en algunas posiciones”, concluyendo que había que ser “realistas” y no plantearse falsas esperanzas.
Koeman, consciente de que el equipo necesita un cambio de chip, decidió dar dos días de descanso a sus hombres. Citó a la plantilla para este viernes a una reunión terapéutica antes de empezar la sesión. El objetivo de estos dos días de fiesta es que se refugien con sus familias, desconecten la televisión y las redes sociales e intenten alejarse todo lo posible del mundanal ruido. “Ahora todos estamos jodidos, pero nos levantaremos”, fue el escueto mensaje que quiso transmitir a los jugadores antes de abandonar el vestuario para encerrarse en su despacho junto a sus ayudantes. Y es que Koeman sabe que no puede pedirle más a un equipo en construcción, que además ha visto cómo se le cerraban las puertas a sus peticiones de refuerzos (Memphis Depay en verano y Èric García en invierno) y con la necesidad de rejuvenecer la plantilla y dar oportunidades a los más jóvenes. Lo que no quiere Koeman es que este 1-4 se cargue el trabajo de más de media temporada. Confía en dar buena imagen en LaLiga y en remontar al Sevilla.