“Sacrifiqué mucho, mi niñez, para llegar hasta donde estoy” Keidi Bare
Cuenta Keidi Bare (2808-1997, Albania) que su nombre no es típico albanés, sino que lo vieron su madre y su abuela en la tele “y les gustó”. Y que su castellano, casi perfecto, lo aprendió “a lo bruto”, sin profesores.
El exjugador del Atlético de Madrid y Málaga es hoy indiscutible en el Espanyol, que el sábado recibe al Sabadell, contra el que debutó.
—Buenos recuerdos le traerá jugar contra el Sabadell. —Allí justo supe que me iban a poder inscribir para jugar con el Espanyol tras unos días de intriga por el límite salarial, aunque yo confiaba. Y ganamos, como tenemos que hacerlo ahora para hacer bueno el triunfo de Mallorca. —¿Por qué el Espanyol y no el Getafe, que pujó fuerte? —Lo tuve muy claro. Me sen- tía muy a gusto conmigo mismo y la confianza que me transmitió el Espanyol me impresionó. Hicieron lo imposible. Tomé un riesgo y salió bien. Hay que tomarlos, si no lo haces no vales para nada. —Nació entre la rebelión de Albania y la guerra de Kosovo. ¿Eso forjó su carácter? —Fueron tiempos duros, sobre todo para mis padres, y siempre le doy gracias a Dios de que estén con vida. La lucha viene de familia porque mi padre fue muy pesado conmigo para que llegara lo más lejos posible en el fútbol, si estoy aquí es por él.
—Por él y por el sacrificio, porque con 11 años se fue al Panathinaikos solo... —Sacrifiqué muchísimo por el fútbol, mi niñez, para llegar donde estoy. Yo no sabía lo que era tener amigos, no salía a jugar con otros chicos porque todo era el balón, y estaba lejos de mi familia. —¿Marcó su carrera la dura sanción que sufrió con el Atlético B? —Nunca hasta hoy he hablado de eso. Yo no dije las palabras que se escribieron, por eso aún me enfadé más y me subieron la sanción a 12 partidos. Pero ya había debutado en la Copa, había sentido que todo el sacrificio mereció la pena. —Tenía fama de agresivo: ¿cómo lo ha contenido?
—Lo he trabajado muchísimo, intento evitar al máximo las tarjetas. Aprendí de los errores.
Agresividad “Aprendí de los errores; ahora intento evitar al máximo las tarjetas”