Trippier, Carrasco, 70’ y el optimismo
No tropezó el Cholo con la misma piedra porque tenía muy presente el derbi de Valdebebas, donde a los 25 minutos cambió el dibujo de cinco sacando a Carrasco de carrilero. El técnico apostó ayer por el 1-4-5-1, con el belga de centrocampista y adelantando a Lemar y Llorente para incomodar a Kroos y Modric. El planteamiento hizo que los rojiblancos controlaran y no sufrieran durante 70 minutos. El alemán y el croata se vieron incómodos ante el acierto del dispositivo en el medio. Zidane buscó el butronero con Rodrygo para hacer boquete por el lado de Hermoso, pero encontró cemento en el central. Hay que sumar a Trippier, con una claridad que multiplica el peligro de Llorente. De esta ruptura vino el golazo de un Luis Suárez imperial en la definición y al desahogar a su equipo.
Todo durante esos 70 minutos donde Courtois sostuvo al Real Madrid con dos acciones prodigiosas. Fue al revitalizar al equipo donde no funcionaron las decisiones. Se echó en falta a Lemar y Carrasco para tener profundidad y alargar al equipo. Se hizo largo el partido a los rojiblancos por eso. Y, sobre todo, por algo a corregir: en un 9 contra 2 (Benzema y Casemiro), el equipo no debe recular hasta el punto de penalti, dejando girarse al francés, 9 contra 2. Tan cierto es que se perdió una gran oportunidad, como que la vida con Carrasco y Trippier puede hacer que el último tramo de Liga sea maravilloso y lo veamos con optimismo.