Bennett reina en el nerviosismo
■ Sam Bennett demostró en la primera etapa de la París-Niza que quizá es el mejor esprinter puro de la actualidad. Venció con una enorme autoridad y se enfundó el liderato en una llegada en la que se enfrentaba a la gran élite de la especialidad: Démare, Pedersen, Ackermann... Tantos aspirantes que el nerviosismo en los últimos kilómetros fue enorme y hasta provocó una montonera en la parte central del grupo.
Pero pocas veces se ven inmersos en el Deceuninck en estos incidentes. El bloque del equipo belga se exprimió para colocar a su hombre rápido y que este sorteara los obstáculos en una intensa pugna entre los ‘trenes’ de los diferentes equipos, entre los que eran comunes los codazos y gritos. Y Bennett, con una preciosa maniobra y una exhibición de potencia, alzó los brazos por tercera vez ya en este 2021: “Se hizo un gran trabajo y estoy contento de poder rematarlo”.
Fue el desenlace de una jornada repleta de percances, con varias caídas en el tramo final y una víctima ilustre, Richie Porte. El corredor australiano de 35 años, que estrenaba el maillot del Ineos en su segunda etapa en la estructura, sufrió una caída que, a pesar de los esfuerzos por seguir en carrera, le obligó a abandonar. Otro afectado fue el español Ion Izagirre, que se vio involucrado en la montonera final, aunque el vasco sí pudo entrar en meta sin lesiones importantes.
Por lo demás, la etapa contó con una escapada de calidad, con Philippe Gilbert incluido. Pero, en una carrera en la que se han dado cita buena parte de los mejores esprinters del pelotón, había muchos intereses para que ni esa fuga ni los intentos posteriores llegaran a buen puerto. Hoy, segunda etapa con un perfil otra vez llano... y con un peligro añadido, porque existe la amenaza del viento y los abanicos.