Mourinho ficha por la Roma
El portugués se hará cargo del equipo a partir de julio ● La dirección deportiva le prefirió antes que a Sarri
Un rayo caído del cielo”, fue la definición perfecta de lo que ocurrió ayer en Italia: José Mourinho será el entrenador de la Roma a partir de la próxima temporada. El anuncio llegó de repente, en una tarde que había empezado con otro, el del adiós a Paulo Fonseca. El club confirmó que éste se marchará una vez terminada esta liga y todos, en el Bel Paese, esperaban que esa noticia fuera otro paso hacia la inminente llegada de Maurizio Sarri, algo que publicó La Gazzetta dello Sport. Sin embargo, la negociación con el exjuventino se había parado desde hace varios días. Cuando la Roma supo que Mourinho se había librado del Tottenham, ha ido a por él. El encuentro decisivo tuvo lugar la semana pasada en Londres, después del partido de la Europa League en Manchester. Dan y Ryan Friedkin se vieron personalmente con Mourinho y encontraron el acuerdo definitivo. El técnico firmó hasta 2024, cobrará siete millones netos y, a la vez, percibirá los 15 millones del Tottenham por su cláusula (seis ya los recibió, nueve más llegarán a lo largo del año).
Después de una temporada decepcionante, fichar a Mou es un golpe sobre la mesa tremendo de los Friedkin, que con la Roma van en serio.
“José garantizará un liderazgo y una experiencia extraordinaria para nuestro ambicioso proyecto”, explicaron. El entrenador, por su parte, habló con ilusión: “Me di cuenta enseguida de la enorme ambición de este equipo. Estas aspiraciones son las mismas que me motivan desde siempre”.
Los tifosi pasaron de la depresión (el equipo marcha séptimo y peligra hasta la Conference League), a la incredulidad y a la euforia. Uno de los comentarios más apreciados, y que resume perfectamente su estado de ánimo, fue: “Te querremos al menos lo mismo que te odiamos como rival”. Mourinho supo ganárselos enseguida. En las redes sociales, mostró la nueva funda giallorossa de su móvil y cerró su primer mensaje con un “daje” (“vamos”) en el dialecto romano. En 2008, cuando llegó al Inter de Milán, hizo algo parecido. Dijo “no soy un pirla”, utilizando un típico término milanés que significa “tonto”. Todos saben cómo acabó aquella historia.
Contrato Firma hasta 2024 y cobrará siete millones netos al año