Rufete “El Espanyol nunca tiene que cansarse de ganar”
Presume el director deportivo del Espanyol de haber llevado “a buen puerto” a un barco envuelto en tormentas. El mismo que naufragó hace un año y erosionó su figura. “Empieza otra travesía”, anuncia. Con metodología propia, una mentalidad renovada y un mercado de fichajes complejo.
Un intenso azul marino en las fachadas, renovados y rebautizados edificios –el 1900, por el año de fundación del club, o el 21, por el añorado Dani Jarque– y el ir y venir de operarios en la Ciudad Deportiva dan fe de que, como manifiesta Francisco Joaquín Pérez Rufete (Benejúzar, 20-111976), “el Espanyol no podía quedarse de brazos cruzados en Segunda; debíamos demostrar que somos de Primera”.
El director deportivo, una de las piezas más cuestionadas tras el descenso, saca pecho tras el regreso a la elite y explica a AS los cambios implantados mientras el equipo luchaba por subir, así como el mercado de fichajes que justo comienza.
—¿Cómo ha sido su año?
—Un año de ordenar muchas cosas, con la responsabilidad de devolver el club a Primera. Muy intenso, muy difícil y con algún momento de debilidad, pero con el equipo siempre entre los tres primeros.
—¿En qué ha evolucionado el área deportiva?
—De entrada, la autocrítica era importantísima. Se ha hecho muy bien, porque ha habido un sinfín de conversaciones internas, de entrenador, de jugadores… Y, con el ascenso como único objetivo, hemos buscado cómo competir con los demás clubes de Primera. Con cambios en la Ciudad Deportiva y generando un modelo que nos deje claro qué jugador y qué tipo de juego queremos.
—Ustedes crearon un departamento de Identidad, que se entendió como que iban a cambiar el escudo del club...
—Seguramente, lo explicamos mal nosotros. Era identidad deportiva, no otra cosa. La idea es abarcar numerosos servicios que en condiciones normales costarían mucho dinero: un bloque de análisis, metodología, psicología, físico, salud y de rendimiento. Un 360. Queremos que cada jugador que llegue tenga un sentimiento de pertenencia y que todo el mundo en el club hable el mismo lenguaje. —¿Cree que este año ha cambiado la mentalidad del club?
—Este año hemos sentido más las derrotas, y eso te lleva a querer ganar rápido. El Espanyol no tiene que cansarse de ganar nunca, no se puede acostumbrar a perder, cada derrota debe doler en el alma. Es un buen punto de partida para triunfar en Primera, con ambición y con humildad.
—¿Cuál será el objetivo?
—El gran debate del Espanyol siempre ha sido ése, qué queremos ser. El crecimiento está en cada partido, en que la gente esté orgullosa. La ambición no es decir que vas a ir a Champions. Habrá que conseguir los 40 puntos cuanto antes y luchar.
—¿A cuántos potenciales fichajes controlan?
—Esta temporada se han analizado unos 2.500 futbolistas. Dentro de los parámetros que nos puedan valer hay unos 350 ó 370. Al final, con el tema económico y situaciones concretas, quedarán cinco o seis por posición.
—¿El club, con saldo negativo ante LaLiga, está en disposición de fichar y arriesgarse, como hicieron con Keidi Bare?
—En este mercado creo que será muy importante el tiempo, pues se irá encareciendo. No será una decisión mía, pero seguramente el riesgo se dará.
—¿Sin ventas?
—No queremos vender, pero si llega una buena oferta y nos ayuda a que el balance sea positivo... Miren a Marc Roca el curso pasado, que además se quería ir ahí (al Bayern Múnich). No sé qué ocurrirá, pero cuando estás en negativo debes empezar a pensar, porque no puedes inscribir a nadie.
—Raúl de Tomás dijo hace algunos días que su intención es quedarse. ¿Teme que el mercado le contradiga?
—Es normal que cada mercado se hable de él: es el Pichichi, ha marcado 29 goles en un año y cuatro meses con el Espanyol. Seguro que estará en algunas quinielas, aunque él lo ha dicho todo sobre quedarse, será por vivencias que ha tenido aquí a pesar incluso del descenso.
—Está pendiente renovar a Puado, que puede jugar hoy el España-Lituania. ¿Es optimista? —Yo siempre he apostado por él. Queremos que siga y él quiere seguir. Su cláusula es de 40 millones y le queda un año. Llevamos tiempo trabajando en ello y no he tenido problema en esperar. Debemos llegar a un punto de encuentro, no tiene por qué ser un culebrón.
—¿Y Vargas? Es el segundo fichaje más caro de la historia perica.
—Es patrimonio del club. Si se queda, debe dar un paso adelante. Si sale, igual es porque necesita más minutos. Es un gran futbolista que ha vivido contextos demasiado complicados para su juventud.
—¿Hasta dónde condiciona que nadie acabe contrato?
—Condiciona mucho. Las salidas no son fáciles, pero tampoco imposibles. Este barco lo cogimos entre todos, hemos llegado a buen puerto y nos hemos felicitado. Pero ahora empieza una nueva travesía. Estamos intentando fortalecer el barco... Y sabemos cuál es la tormenta en Primera cuando no arrancas bien o cuando tomas decisiones malas o no tan buenas.
Puado “Queremos que se quede y él, también; no tiene que ser un culebrón”
De Tomás “Estará en algunas quinielas, pero él lo ha dicho todo sobre seguir”