Brasil vuela en solitario
La canarinha encadena seis victorias y saca seis puntos a Argentina, que deja escapar un 0-2 en Colombia
Brasil sigue sumando de tres en tres y, mientras todos los demás no hacen más que dejar dudas y puntos en el terreno de juego, la canarinha vuela en solitario en las eliminatorias sudamericanas de camino al Mundial de Qatar 2022. La madrugada del martes, el equipo de Tite venció con absoluta tranquilidad a la selección paraguaya en Asunción con goles de Neymar y Paquetá. Fue la primera victoria de Brasil en Paraguay desde hace 36 años, cuando el equipo de Telê Santana ganó 0-2 en 1985 con goles de Zico y Walter Casagrande Jr.
Con este triunfo, la selección de Tite igualó el récord de seis victorias consecutivas en eliminatorias que João Saldanha logró de camino al Mundial de 1970, con Pelé, Rivellino, Tostão, Carlos Alberto y compañía. Y logra así sacar seis puntos de ventaja al segundo en la clasificación, Argentina, que volvió a empatar por segunda jornada consecutiva y sólo ha ganado un partido de los últimos cuatro.
Los de Scaloni viajaron a enfrentarse a una Colombia que estaba fuera de puestos de clasificación mundialista y se fueron de Barranquilla con la sensación de haber perdido dos puntos.
La gente en Colombia estaba ilusionada, iba a ver a su Selección después de mucho tiempo sin poder entrar al estadio. Más de 10.000 colombianos se daban cita en el Metropolitano a pesar de la lluvia, el calor y la humedad de Barranquilla. Cantaron el himno, gritaron, alentaron. Pero llegó el vendaval argentino para calmar todo. Sí, un vendaval llamado Cuti Romero silenció el Metropolitano.
El del Atalanta, con un cabezazo antes del minuto tres de juego, rompió un partido que no tuvo tiempo para acomodarse. Rueda le había dado entrada a Lerma para apuntalar el medio del campo y Argentina estaba preocupada por el juego aéreo local. El gol argentino fue de cabeza y Lerma nada más veía pasar por el costado a Messi.
Encima, Paredes se vistió de Lionel y tras una jugada sucia en el área local gambeteó a dos jugadores cafeteros para definir de zurda al palo largo de Ospina. Ocho minutos y Argentina había silenciado por completo el estadio. Empezó a jugar, a tocar, a mover la pelota... pero se relajó.
Fue suficiente para que Muriel marcara el 1-2 de penalti y Borja, en el añadido, empatara el partido. Argentina debe mejorar muchas cosas, incluida la concentración, si quiere triunfar en la Copa América.