Caminos cruzados
Ana Carrasco vence en SSP300 en Misano ● Cristina Gutiérrez gana en Kazajistán con dos vértebras rotas
Fin de semana de gestas para las mujeres en dos países y en dos disciplinas totalmente diferentes dentro del motor. Por muy lejos que parezcan los coches de las motos, Ana Carrasco y Cristina Gutiérrez los acercaron ayer. La primera volvió a la senda de la victoria con su primer puesto en la segunda carrera de la categoría de Supersport 300 en el circuito de Misano tras recuperarse de una lesión de espalda que la tuvo alejada de los circuitos. La segunda, logró el triunfo de su categoría en el Rally de Kazajistán después de llegar a la meta de la quinta etapa con dos vértebras rotas por una compresión en un bache. Dos historias diferentes pero unidas por una lección de esfuerzo y competitividad.
Diez meses después de su último triunfo, Ana Carrasco, de 24 años, vuelve a la senda de la victoria tras ganar en la segunda carrera de Supersport 300 de la cita de Emilia Romaña. La piloto murciana, que llevaba sin saborear el escalón más alto del podio desde la primera manga en Portugal en 2020, sufrió un fuerte accidente en el que se rompió dos vértebras, tuvo que ser intervenida y tras cinco meses de recuperación, al fin en febrero pudo volver a subirse a una moto de carreras. Ahora, cuatro meses más tarde, logró imponerse en Misano con 232 milésimas de margen sobre el brasileño Meikon Kawakami (Yamaha) y 671 sobre el francés Samuel di Sora (Kawasaki). Además, con este resultado, Ana se coloca tercera en la general del campeonato con 42 puntos, a 30 del líder, su compatriota Adrián Huertas (Kawasaki), décimo en la manga de ayer tras ganar la del sábado.
“El camino hasta llegar aquí ha sido muy largo, pasé muchos meses fuera de la competición y el regreso ha sido complicado. Así que no puedo estar más contenta por este resultado, por volver a ser competitiva y por haber vuelto al cajón más alto del podio”, dijo emocionada Ana.
Raids. Por su parte, lo que hizo Cristina Gutiérrez en Kazajistán supera la línea de lo imposible, esa que solo están en disposición de cruzar aquellos acostumbrados a vivir al límite, como los pilotos de élite. Y ella, sin duda, lo es. Lo demostró de nuevo con otra victoria en la categoría T3 con su buggy del Red Bull, como en Andalucía, pero superándose, porque cruzó la meta ¡con dos vértebras rotas!
La burgalesa encaraba la quinta y última etapa del rally, la segunda cita de la Copa del Mundo de Cross Country, con casi 35 minutos de ventaja sobre el español Fernando Álvarez. Pero a los 30 kilómetros de comenzar la especial, sufrió una fuerte compresión en un bache rompiéndose dos vértebras. Aun así, acabó la etapa de casi 270 km para ganar. Una heroicidad.
Así lo contaba la propia Cristina: “No es el final que habíamos pensando... La etapa fue muy dura, tuvimos una compresión en un agujero y noté un fuerte dolor en la espalda. Aguanté para mantener el liderato y según llegamos al final, me llevaron al hospital y... tengo dos vértebras rotas”. Son de otra pasta. Ambas.
Espalda La murciana ha pasado por un largo periodo de recuperación
Esfuerzo La burgalesa hizo más de 200 km después de lesionarse