AS

Carlos Marchena “Cuando huelo a Selección me meto dentro”

- ENRIQUE ORTEGO

Pasado Antes de ganar viví 2004 y 2006. Todo era un conflicto, cada decisión un mundo” Maduración La Selección de 2008 nace de la humildad y del sufrimient­o anterior” Inflexión El día que ganamos a Italia en los penaltis se acabaron todos los fantasmas”

España tiene mañana un compromiso importante ante Polonia y por ello Carlos Marchena nos ilustra sobre cómo debe afrontarlo desde la experienci­a de un jugador que fue un integrante destacado de la mejor Selección española de la historia y sabe lo difícil que es llegar a la cima.

Nunca se colgó la etiqueta de mediático, ni acaparó las mismas portadas que sus compañeros de viaje, pero los poderes de Carlos Marchena (Las Cabezas de San Juan, Sevilla, 41 años), sobre todo cuando entra en juego la Selección, están solo al alcance de los elegidos: campeón del mundo Sub-20 (Nigeria 1999), plata olímpica (Sidney 2000), campeón de Europa (2008) y campeón del Mundo (2010). No sería justo olvidar sus dos Ligas, una Copa, una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa con el Valencia, con las que completa un palmarés admirable.

—Me han dicho que el lunes en La Cartuja quería saltar al campo…

—Sí, sí. Sentía nervios, parecía que iba a jugar. Iba como aficionado y quería disfrutar, pero no podía. Tuve que pararme, desconecta­r y decir Carlos, un momento, que vas vestido de calle. Son momentos especiales. Recuerdas los momentos que pasaste allí dentro y cuando huelo a la Selección no puedo evitar meterme dentro. Fueron momentos tan gloriosos los que vivimos. —En su caso ha vivido de todo. Antes de ganar la Eurocopa y el Mundial, padeció Portugal 2004 y Alemania 2006.

—Viví las dos etapas. En la primera, siempre se volvía escaldado. El 2004 fue duro. Sáez se hizo cargo y con él llegamos una serie de jugadores de las seleccione­s inferiores. Veníamos de trabajar sin foco, con tranquilid­ad y nos encontramo­s lo que significab­a la Absoluta. Conflicto en todo. Cada decisión eran un mundo y lo pagamos los jóvenes. Pensé que aquello no era tan bonito como pensaba.

—El 2006 también fue un duro golpe, sobre todo el partido contra Francia.

—Empezamos bien hasta ese partido. Se vendía que el rival tenía jugadores pasados de edad y tenía jugadores con mucho talento. No medimos bien los tiempos. Fuimos muy atrevidos y lo pagamos. Esa derrota nos hizo madurar y nos hizo más fuertes para lo que estaba por venir. De los palos se aprende más que de las victorias. La España del 2008 nace de la humildad, del sacrificio, del sufrimient­o anterior. Todo lo malo que nos pasó, nos vino bien. A los chicos que van a la Selección ahora les digo que van a un equipo mucho más ganador que antes, pero que eso costó un trabajo y hay que valorarlo. Las generacion­es que llegan ahora se encuentran otra Selección, no la que nos encontramo­s nosotros.

—Siempre se habla del partido contra Italia en cuartos como inflexión. Pero al fin y al cabo fue una tanda de penaltis.

—Sí, pero fue una tanda que significab­a mucho. Era pasar de cuartos, ganar a Italia, ganar una tanda… Eran simples penaltis, pero tras un partido y una prórroga muy trabajados, después de tantas cosas que siempre caían para el otro lado. Y ese día cayó del nuestro. Y se acabaron los fantasmas y los complejos que teníamos. Ese día el fútbol español dio un salto bastante grande. —Desde atrás, desde la cueva al lado de Puyol, como veía a los que estaban por delante. —Tenía la mejor entrada sin haberla pagado. Era disfrutar. Hay que saber siempre quién tiene que tener la pelota: los buenos. Hay que dársela y estar preparados para cuando la pierdan, aunque aquellos no la perdían nunca. Te la pedían, aunque tuvieran uno encima. Dámela, dámela… y se la dabas. Era una gozada jugar por detrás de ellos. Me gustaba salir con el balón jugado, pero a su lado es una falta de respeto decir que yo era un jugón. Aprendí y disfruté mucho de ellos. Los rondos de aquella Selección eran excelentes. No querías entrar nunca al medio porque te costaba una vida salir. Ir a la Selección te hacía mejorar por el alto nivel que había.

—Después del Mundial de Nigeria (1999), Franz Beckenbaue­r dijo que había visto en usted detalles futbolísti­cos suyos… —Vino a decir como que podría ser su sucesor. Fue un halago que me dio mucha confianza. Simplement­e que se pudiera asociar un nombre con otro fue algo maravillos­o. La pena es que tenía una foto con él y la perdí. Yo no soy de recuerdos, pero esa foto me hubiera gustado guardarla y tenerla.

—Usted para el equipo era el ‘páter’ o el ‘padre’…

—Unos me lo decían en inglés, otros en español. Venía por eso, porque intentaba hablar con todos, en los momentos de euforia bajar un poquito el tono. Siempre he sido más mayor de lo que me ha correspond­ido e intentaba que fuéramos gente responsabl­e. Si había que decir algo importante o desagradab­le alguna vez, me considerab­a legitimado para decirlo. Nosotros lavábamos dentro los trapos sucios, que algún día los hubo.

—Tiene el título de entrenador, tras el empate ante Suecia, ¿Le gustaría estar ahora en la piel de Luis Enrique?

—Entrenar a la Selección tiene que ser algo muy bonito y un orgullo. Estar en su piel sería difícil. El fútbol español conlleva estar en boca de todos. Todo lo que se haga se puede cuestionar. Debes poner en un lado de una balanza el placer de entrenar a los mejores futbolista­s de España y en el otro el hecho de que cualquier situación o decisión, se te va a criticar.

—-¿El lunes en La Cartuja se puso a buscar a Ramos…?

—- Ja, ja, ja… La decisión sobre su ausencia la habrán consensuad­o entre los dos. Es una decisión muy dura por lo que Sergio ha significad­o y significa en el fútbol español, pero no me puedo meter en la piel de Luis Enrique ni en la de Sergio. Me falta muchísima informació­n. —¿Cómo ve a esta Selección después del primer partido? —-La veo bien, con buen juego, creando ocasiones. El lunes estaba cerca del banquillo y vi un muy buen ambiente. Me fijé en detalles y se veía al equipo junto. El resultado posiblemen­te le quite un poco de confianza, pero creo que hay que mantenerla.

 ??  ?? Carlos Marchena posa para AS tras la entrevista.
Carlos Marchena posa para AS tras la entrevista.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain