Sexta victoria seguida
El Madrid bate al Joventut en un duelo clave por la segunda plaza ● Hanga, cinco triples ● Yabusele y Poirier lo meten todo
En un pulso a tirones, en el que el Madrid mandaba y el Joventut respondía siempre subido a una defensa zonal que ejercía de catapulta, los dos únicos clubes que han disputado todas las Ligas, de la primera a la última, nos dejaron una gran batalla por la segunda plaza casi centenaria en anotación: 99-89. Una en la que Hanga rompió a encestar con 20 puntos y 5 triples, bien respaldado por Yabusele y el aprovechamiento intensivo de Poirier de todo lo que le caía cerca del aro. Entre los dos franceses agruparon 33 tantos sin errar un lanzamiento. Difícil de ver.
Una batalla, decíamos, en la que Tomic dio una clase magistral de inteligencia y talento en los postes: 11 de 14 de dos. Fogonazos individuales en una carrera de equipos por imponer el ritmo, que estuvo más tiempo inflando la vela local. La victoria, la sexta seguida de los blancos entre la ACB y el playoff europeo, les da un empujón casi definitivo para quedarse con la segunda plaza porque, además, el desempate les favorece con sus perseguidores.
El partido tuvo dos partes en una antes del descanso. La primera, la de un Real con acierto y, sobre todo, ritmo donde Causeur y Hanga eran las alas incisivas. El arreón merengue lo atemperó la entrada de Pau Ribas: 11 puntos en 8 minutos. Los de Laso dieron un nuevo tirón con su rotación y con Poirier barriéndolo todo.
La renta tocó el +13 (40-27), pero la zona de Carles Duran ralentizó al Madrid. El rebote era verdinegro y el ritmo ahora también, el de Derek Willis, aunque el peso ofensivo lo llevaban Andrés Feliz y Tomic, y buena labor de Joel Parra, mejor joven de la Liga con 22 años. El parcial del Joventut de 2-15 lo igualó todo a 42. Y en la reanudación, primera ventaja visitante. La reacción fue instantánea: 3+1 de Hanga, 2+1 de Causeur, dos nuevos triples de Hanga y dos mates de Tavares, uno con tiro libre adicional. Y un par de acciones frenéticas de Yabusele: 76-64.
Duran había recuperado la zona y Tomic agarró al toro por los cuernos, pasos de baile al poste frente a Tavares, hasta cuatro lecciones seguidas, dos de ellas con falta de propina. Y le hizo dos más a Poirier. Tiempo muerto de Laso y partido nuevo con 83-83 a 5:53. Había incertidumbre en el WiZink, que se barrió de un plumazo en los 116 segundos posteriores, en los que Hanga inauguró un parcial de 10-0. Una racha que continuó con un par de acciones de Llull que decantaron la partida de ajedrez. De la crisis profunda a seis victorias encadenadas en vísperas de la Final Four.