Aleix mete miedo
Aprilia domina el viernes con el catalán al frente
Aleix Espargaró mete miedo al resto de la parrilla desde el primer día del GP de Cataluña de MotoGP. El de Aprilia asume su condición de favorito al triunfo en Montmeló sin ningún complejo y a lomos de su RS-GP se aupó a lo más alto de la tabla de tiempos con una diferencia abismal sobre los demás. El primero de sus perseguidores fue su compañero Maverick Viñales, completando así un feliz doblete para Aprilia. Lo hizo a 0.303 de distancia y el tercero, Bastianini con su Ducati, se quedó ya a medio segundo de distancia (0.488). Y eso es una barbaridad.
Decía un piloto fuera de micrófono el jueves por la tarde en el paddock que, dado el poco agarre tradicional que tiene el asfalto del Circuit y la elevada temperatura, por encima de 30 grados en el ambiente y de 54 en el asfalto, que Aleix ganaba el domingo en casa con la gorra. Una cosa es decir o pensar esas cosas y otra plasmar tal superioridad teórica sobre el asfalto, y Aleix está en ello. Los puntos y la gloria de la victoria y el podio se reparten los domingos de carreras, pero su arranque es inmejorable y permite seguir soñando con verle en el papel de ganador en la prueba de casa, porque creció en Granollers, a tan tres kilómetros del trazado catalán.
El 1:39.402 del Capitano de Aprilia se queda a menos de seis décimas del récord de la pista, en poder de Quartararo con la pole del año pasado con 1:38.853. Tras los dos de Aprilia y hasta cerrar el top-10 con acceso directo provisional a la Q2, Bastianini, Bagnaia, Martín, Binder, Miller, Rins (no mejoró por la tarde el crono por la mañana que le puso primero en el FP1), Quartararo y Zarco.
Disfruta. “Me lo estoy pasando muy bien, disfrutando y estoy superrelajado. Es el gran premio de casa, pero no tengo más presión. Tenía ganas de salir y demostrar a todos que voy muy rápido, que esta es mi pista, y poder hacerlo porque la moto te acompaña es un lujo y por eso estoy tranquilo. Sería brutal hacer un doblete”, analizaba Aleix, que cree que los rivales ya le miran de forma diferente: “Sí, eso me dijo Rivola después de la victoria de Argentina, cuando todos estaban muy contentos. Llevamos cuatro podios seguidos, somos constantes y regulares”.