El calor obliga a tomar medidas excepcionales
Se activa el protocolo de “condiciones extremas”
EI llegar a Carcasona es significado de estar en una de las zonas más calurosas de Francia, en plena canícula con los termómetros disparados. Antes era Pogacar casi en solitario, pero ya antes de arrancar son mayoría los corredores que bajan de sus respectivos autobuses, bien para firmar o para estar simplemente esperando, vistiendo un chaleco frío. Estos previamente pasan las noches en neveras para que tengan la mayor duración posible.
Casi todo era insuficiente. Se llegaron a rondar los 40 grados durante la jornada, lo que obligó a la UCI, menos de una hora antes de arrancar la 15ª etapa, a hacer uso del artículo 2.2.029 bis del reglamento en relación al protocolo sobre condiciones climáticas extremas y seguridad de los corredores. En una comitiva formada por el Jurado de Comisarios, Thierry Gouvenou (director de carrera), de Pierre-Yves Thouault (director adjunto de el Tour de Francia), Florence Pommerie (responsable del servicio médico), Pascal Chanteur (en representación de los corredores) y Julien Jurdie (en representación de los equipos AIGCP), se dieron a conocer las medidas.
Poder avituallar al corredor desde el inicio de la etapa hasta 10 km de meta, que los ciclistas puedan tirar bidones a los espectadores en todo momento (algo que está delimitado solo a ciertas zonas) y fijar el tiempo de fuera de control en un 20%, independientemente de la media de la etapa fueron las tres novedades que se aplicaron respecto a otras jornadas, considerando que ayer fuese con probabilidad el día de mayor calor de la carrera. Algunas cifras de los recursos utilizados ayer por equipos como el Wanty para hacer frente a esto dicen mucho de cómo era la situación. Por la mañana prepararon 80 calcetines llenos de hielo y 300 bidones (teniendo el equipo ocho corredores, la media sale a más de 37 por cabeza).
Eso sí, la idea era que sobrase, pero mejor prevenir. Geles y tortitas de arroz con menta eran los alimentos escogidos para un día así. En meta, los rostros eran de fatiga con los maillot oscuros manchados de blanco por el sudor.
“En mi caso no tengo problema, son mis circunstancias desde pequeño y estoy acostumbrado. Contribuye a que el día sea más exigente, eso está claro”, dijo el balear Enric Mas. No todos lo llevan igual.
Bebida Equipos como el Wanty prepararon 300 bidones de líquidos