Tercer oro de los Hispanos
En un gran último cuarto remontan a Portugal, que ganaba por cuatro goles
Los Hispanos júniors, campeones de Europa en 2012 y 2014, vuelven a subir al primer puesto del podio. Esta vez el triunfo final fue en un Pabellón de Matosinhos repleto, porque la afición portuguesa soñaba con mejorar la plata lograda en 2010. Pero el duelo ibérico por un título se decantó en la recta final, en la que los españoles remontaron lo que parecía imposible para lograr el 35-37 (16-15) en el último ataque y desatar la euforia en el plantel. Era el título, y la venganza de la derrota en la fase de grupos (36-35).
Como se esperaba, porque eran los dos mejores en ataque, el partido fue una cascada de goles, más trabajados por parte española, y con un denominador en el bando rival: balones al zurdo Francisco Da Costa, un goleador endiablado, para atraer a la defensa, a la ayuda, y dejar a un compañero en libertad. Se repitió una y otra vez, porque sin ayuda, el lateral es dinamita, y aún así lo fue: 11 tantos, aunque en los últimos 10 minutos ya no aportó tanto. Con él su hermano Martim, y el central Sousa (10) una amenaza constante.
La ventaja española es que tenía más hombres que sumasen, aunque Gurri, la perla del Granollers, y Reguart, central del Barça, se llevaron la palma en los momentos complicados. Ellos dos, con el zurdo Lodos, del Ademar, formaron la primera línea, la que terminaba los ataques, pero que daba juego a los extremos. Es decir, el juego español estaba más repartido.
El encuentro osciló para las dos partes, pero hubo un momento que en esta categoría, cuando un equipo se escapa, se hunde moralmente el otro Eso pudo pasar en la segunda parte, con Portugal lanzada 30-26 en el minuto 45; con España bloqueada en ataque, y con la portería desaparecida.
Parecía una entrega decidida al equipo anfitrión, pero hubo un repunte incuestionable: Domenech aportó cuatro paradas en los últimos 10 minutos, la defensa recuperó tres balones que no había tocado antes, el contragolpe funcionó por una vez, y a cinco minutos del límite España tomaba ventaja: 32-33.
Luego, intercambio de goles pero sin la misma frescura los organizadores. Tiempo muerto de España en el último minuto, gestionado por el ayudante de Rodrigo Reñones, Moyano, un tanto de Gorka Nieto que parecía decisivo, pero recupera Portugal (35-36) para el empate... y la defensa española logra tocar un balón, lo lanza al ataque, le llega a Gurri...y 3537. ¡Campeones!
Perlas Sobresalen Reguart y Gurri en un partido que se puso complicado