Llega la batalla de Roma
La Real afronta un reto mayúsculo en el Olímpico
L a batalla de Roma empieza hoy en el Olímpico. Una pelea entre dos estilos muy diferentes. Pugna descarnada por hacerse con un sitio en unos cuartos de final de la Europa League. Tendrá su desenlace dentro de siete días en el Reale Arena, pero antes habrá que salir vivo de la arena del Olímpico. Los gladiadores de la Real Sociedad y la Roma ya están preparados, comandados por dos emperadores con una personalidad arrebatadora: Imanol y Mourinho. O lo que es lo mismo, el gitano de Orio contra The Special One, autoproclamados ambos bajo esa denominación.
Una batalla inédita e histórica. Al menos para los txuri-urdin, que no habían llegado tan lejos en la Europa League.
Imanol quiere convertirse en el nuevo Odoacro, que se autoproclamó rey de Italia en vez de emperador del Imperio Romano, y fue quien venció por última vez a Roma. Fue en agosto de 476. Ha llovido mucho, pero el oriotarra quiere emularle y ser el primero que gane y marque un gol en el Olímpico de Roma este año. Para ello, deberá fijarse mucho en otra figura relevante de la época romana: Aníbal, un brillante estratega militar. Fue considerado el peor enemigo del Imperio Romano. Está por ver si el oriotarra se convierte en el particular Aníbal del batallón romano de Mourinho. Se va a encontrar un campo de batalla infernal, un Olímpico de Roma con 70.000 tifosi en las gradas que convertirán el partido en una caldera.
La clave será salir vivo del coliseo romano. Que los leones como Cristante, Wijnaldum, Dybala, Spinazzola… no muerdan como suelen hacerlo. Y para ello será fundamental encomendarse a su general con mando en plaza, un Silva que regresa a tiempo de liderar a las tropas txuri-urdin. La Real ha sufrido la ausencia de su guerrero más virtuoso, el que da sentido a toda la estrategia de batalla que idea y planea Imanol. Para el oriotarra será también otro reto, ser capaz de superar a un entrenador como Mourinho, tan polémico y mediático ante la prensa como estratega y motivador a partes iguales. Porque el duelo no se vivirá solo en el campo de batalla, también en los banquillos y en la grada.
Imanol Su pulso contra Mourinho, un examen de enorme complejidad