Hamilton no sale del agujero
El británico pide un cambio: “Hay que empezar a tomar decisiones”
El piloto más laureado de la historia en la F1 lleva más de una temporada de sequía. Quizás Lewis Hamilton recuerde al bailar con su Mercedes entre los terroríficos muros de Yeda que aquí logró su última victoria, en el GP de Arabia Saudí de 2021 disputado en diciembre. Fue un triunfo de peso, una puerta grande tras batirse con Verstappen y llegar a tocarse. En Yas Marina se torció su leyenda con un safety car desafortunado; y en 2022 le abandonó el viento a favor: el Mercedes ya no era un coche dominante. Todavía no lo es.
A pie de pista, el inglés sufre. Es impreciso, bloquea y desliza. Algo impropio de uno de los campeones más finos a una vuelta. “Es más o menos lo mismo. He estado sufriendo en las dos sesiones. Seguiré yendo al detalle, intentaré mejorar el balance del coche para que sea más fácil pilotarlo. Es difícil pilotarlo pero sé lo difícil que es pilotarlo. Es cuestión de tiempo”, dijo al bajarse del coche undécimo en los entrenamientos libres.
Hay cambios alrededor de Hamilton. Y no es porque su fisioterapeuta de los últimos años, Angela Cullen, haya dejado la F1; sino porque la filosofía que generaba coches campeones en Brackley se ha mostrado errónea en los últimos meses. El propio Sir Lewis deslizó en Bahréin aquello de: “Si me hubieran hecho caso…”. Y ahora se explica: “No siempre estás de acuerdo con algunos miembros del equipo, aunque sigo creyendo al 100% en ellos. Hemos visto dónde están las prestaciones y tenemos que empezar a tomar decisiones”.
Mercedes W14. Hamilton viene a decir que Mercedes debió cambiar su monoplaza en invierno, para acercarse al estilo de Red Bull, en lugar de sostener una idea que no había dado resultados en 2022. “Espero que lo convirtamos en un coche ganador”, elabora. “Volveré a ganar, pero va a llevar más tiempo”.
Triunfos “Volveré a ganar carreras, pero va a llevar más tiempo”